Toledo, 22 mar (EFE)
Más de 185.000 niños que viven en Castilla-La Mancha, cuatro de cada diez, se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, según el primer estudio sobre la situación de la infancia en la comunidad que ha realizado Unicef.
Este dato supone que la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social entre la infancia castellanomanchega se sitúa en el 42,8 por ciento (en concreto, 185.280 niños), más de ocho puntos por encima de la media nacional, que es del 34,4 por ciento.
El presidente del Comité Español de Unicef, Carmelo Angulo, ha presentado hoy este estudio junto al vicepresidente regional de la organización y coordinador del informe, Arturo Molina, en un desayuno informativo organizado en Toledo por el diario digital 'Encastillalamancha.es', al que han acudido unos 200 invitados.
«Es capital para España y para Castilla-La Mancha prestar más atención a los derechos y al bienestar de los niños, la situación de la infancia en los pueblos y ciudades deja mucho que desear», ha alertado Angulo.
Según el estudio, el 20,8 de la población total de la región son menores de 18 años (432.897) y la previsión es que se produzca un decrecimiento de población del 1,4 por ciento hasta 2029, especialmente, en el tramo poblacional de los 0 a los 15 años.
Castilla-La Mancha es la segunda comunidad con menor número de universitarios y la sexta con mayor proporción de analfabetos, con una tasa de abandono escolar temprano del 22,2 por ciento, dos puntos por encima de la media nacional.
En lo que respecta a los menores con conductas de riesgo, el estudio recoge que el porcentaje de adolescentes de 14 a 18 años que reconoce haber tomado alcohol en el último mes es superior a la media nacional, mientras que el porcentaje de menores con medidas de protección es uno de los más bajos del país.
Angulo ha detallado, por otra parte, que Castilla-La Mancha era una de las comunidades autónomas que más invertía en infancia en el año 2007, pero la crisis económica paralizó «muchos de esos esfuerzos presupuestarios».
Así, en seis años, la inversión sufrió una variación negativa superior al 19 por ciento, pasando de los 5.343 euros por niño en 2007 a los 4.149 en 2013.
No obstante, ha confiado en el compromiso con la infancia que le ha asegurado el actual Gobierno de Castilla-La Mancha y, con ello, ha lanzado un reto a los asistentes: conseguir en 2030 ser la comunidad donde «no haya ni un solo niño excluido», lo que ha asegurado que es posible con «presupuesto, empleo, formación, el mundo digital, el ánimo y la autoestima».
Este estudio, ha continuado Angulo, no tiene como objetivo «lamentarse» de la situación sino servir «de resorte» y hacer «un frente común» para revertir estos datos.
Con ello, el presidente del Comité Español de Unicef ha planteado una serie de propuestas, que ha dicho que se recogen de manera genérica en el Pacto Autonómico por la Infancia firmado en noviembre de 2016 por los grupos políticos con representación en las Cortes.
Así, ha propuesto crear una Subdirección de Infancia y Adolescencia antes de que finalice la legislatura, poner en marcha la figura del Defensor del Menor en Castilla-La Mancha, la creación de un Observatorio autonómico de la Infancia y la Adolescencia, elaborar un Plan Sectorial que garantice los derechos de los niños, el incremento gradual del presupuesto en esta materia y la puesta en marcha de mecanismos para elaborar memorias de análisis de impacto normativo.
También ha planteado fomentar la participación infantil, estableciendo órganos como el Consejo castellanomanchego de Infancia y promoviendo procesos participativos para los niños.
Los autores del estudio, coordinado por Molina, han sido Evangelina Aranda, Mar Gómez y Jesús Santos, que para su elaboración han tomado datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Eurostat, la Junta de Comunidades y los ministerios de Educación y Sanidad, entre otros.