No quedaron plazas libres en ninguna de las dos visitas guiadas por las Tablas de Daimiel para recibir a las grullas que, desde el norte de Europa, levantaron el vuelo en dirección al parque nacional.
Esta actividad, enmarcada en la programación de ‘Daimiel, pueblo de brujas’ que impulsa la Asociación Turística Tablas de Daimiel con el apoyo del Ayuntamiento, consiguió ser el foco de atención no solo del público local, también de muchas personas de otras provincias cercanas, como Madrid o Toledo.
El primer recorrido fue el viernes y se repitió en la del sábado, de 15.30 a 18.30 horas, tiempo durante el cual los guías ofrecieron una valiosa información acerca de la diversidad biológica de este enclave con el objetivo de poner en valor un ecosistema de humedal reconocido como Zona Húmeda de Importancia Internacional.

La grulla, el ave del otoño-invierno
Tal y como explicó Luis García, «el visitante más importante que recibimos en nuestro parque nacional durante esta época es, sin duda, la grulla”, un ave que huye del frío del norte europeo desde sus zonas habituales de cría hacia las de invernada, donde la comida es más abundante.

El atardecer, el mejor momento del día para ver grullas
El atardecer es la mejor hora para poder avistar estas aves que ya empiezan a llegar en bandadas a las Tablas para disfrute de los amantes del turismo ornitológico y de la fotografía de naturaleza, según afirmó García. Observarlas será posible hasta la llegada del mes de marzo o abril, momento en el que estas aves volverán a desplazarse a las zonas más frías de Europa para poder criar.
Además de conocer algunos aspectos interesantes acerca de las grullas, el recorrido por las Tablas sirvió también de toma de contacto con otras aves acuáticas como el Porrón pardo, el Pato colorado o la focha común.