Quienes conocen la Semana Santa de Daimiel dicen que sus procesiones están más cerca del estilo castellano que del concepto barroco andaluz y destacan el hecho de haber sabido mantener sus propias raíces. Declarada de Interés Turístico Regional en 2002, la Semana Santa daimieleña es un acontecimiento de primera magnitud en la ciudad del que participan más de 12.000 cofrades a través de ocho cofradías, en cuyos desfiles procesionales sobresalen la buena organización, las filas interminables de nazarenos y la decoración de los 29 pasos que la componen.
“Es muy difícil destacar algo de la Semana Santa de Daimiel ya que todas las cofradías tienen características muy relevantes, pero sobresale la presencia de muchos nazarenos en las procesiones y la gran calidad de las tallas”, explica Víctor Manuel García Pliego, presidente de la Junta de Hermandades. Las largas filas de penitentes -insiste- es uno de los distintivos de las procesiones en Daimiel.
Semana Santa de estilo castellano
En este sentido, García Pliego explica que esta Semana Santa es de estilo castellano, aunque parte de la imaginería tenga sello andaluz al contar con tallas del reconocido imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci (Cristo del Consuelo, Nuestra Señora de la Amargura, La Piedad y el Santísimo Cristo del Sepulcro), “pero es muy castellana”, aclara. Todos los pasos se portan a hombro o a rueda. No hay moda de costal como sucede en nuestro entorno”, señala.

Al gran número de nazarenos y la calidad de las tallas, se suma otro de los distintivos de la Semana de Pasión daimieleña como es contemplar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de forma cronológica a través de los pasos que recorren la ciudad desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección.
A estas singularidades, se añade uno de los aspectos por los que más reconocida es la Semana Santa daimieleña es el colorido de los mantos, capirotes y capuces de los cofrades y que ha dado lugar a sobrenombres de las hermandades como es el caso de Los Coloraos, Los Moraos, Los Blancos, Los Negros, Los Corbatos y Los Capuchinos. .
Para el presidente de la Junta de Hermandades, cofrade desde pequeño y miembro de tres hermandades, estos días en los que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo conforman la “semana grande” de localidad tanto desde el punto de vista religioso por lo que supone de revivir la “fe interior para los creyentes”, -la fe del cofrade”, como dice él- como por ser días de reencuentro con familiares y amigos “que vienen a su pueblo a vivir y reencontrarse con sus tradiciones”.
Aunque Daimiel ha celebrado numerosos actos religiosos durante la Cuaresma, desde el pasado 9 de febrero, será este sábado, 23 de marzo, cuando se celebre el pregón de Semana Santa que este año correrá a cargo del guitarrista y cantaor Ricardo Fernández del Moral Pozuelo, tras el cual está prevista la celebración de una cena de hermandad.

El cartel de esta Semana Santa, presentado el Miércoles de Ceniza, corresponde a la fotografía “Divina luz del Padre, del daimieleño Pedro Antonio Gutiérrez González-Mohino, en cuya imagen aparece el Cristo de la Expiración, una imagen captada el pasado año con la que el autor pretende “crear devoción y atraer la mirada del espectador”, según publica el Ayuntamiento de Daimiel en su web.
Tras el Domingo de Ramos con la procesión de la Borriquilla y diversos actos religiosos, el Lunes y Martes Santos se celebran sendos Vía Crucis y, a partir del Jueves Santo, comenzarán los desfiles procesionales de las hermandades de Los Coloraos, Los Moraos (de Jueves a Viernes) y el Viernes Santo, por la tarde, será el momento en el que procesionarán Los Blancos, Los Negros y Los Corbatos mientras que Los Capuchinos (El Silencio) lo harán el Sábado Santo.
En este sentido, García Pliego explica que este año se podrán ver las distintas actualizaciones que ha llevado a cabo la hermandad de la Virgen del Primer Dolor de Los Moraos que estrena una saya bordada por Francisco Carrera Iglesias, así como la restauración del paso completo de la Elevación de la banda de Los Blancos, de Nuestra Señora de los Dolores del Santísimo Cristo de la Expiración.
El presidente invita a todas las personas interesadas y que no conozcan esta Semana Santa a hacerlo desde el Martes Santo hasta el Domingo de Resurrección “y estoy convencido de que van a estar encantados”,dice.
Orígenes en el siglo XVI
Los orígenes de la Semana Santa de Daimiel se remontan al siglo XVI, según publica el Ayuntamiento, donde destaca que se tiene constancia de las ordenanzas de la cofradía de la Vera Cruz (1577), una de las primeras documentadas de La Mancha. En esta época, Daimiel era la villa del Campo de Calatrava con mayor número de cofradías, concretamente trece.
En Semana Santa, Daimiel duplica su población y la música se convierte en protagonista a través de los conciertos de la Banda de Música o las corales, además de numerosas exposiciones que conforman una importante agenda cultural.
Capítulo aparte merece la gastronomía local asociada a estos días en los que sobresale el potaje de garbanzos, el besugo en escabeche, la tortilla de patata y el bacalao con tomate. El dulce por antonomasia de la Semana Santa de Daimiel, aunque también lo son los barquillos, las torrijas y las flores.