El cementerio municipal de Daimiel contabiliza ya 35 enterramientos desde el día 12 de marzo; 22 de ellos se han consignado desde el día 25 de marzo. Las causas no transcienden en todos los casos, si bien en algunas de esas certificaciones se contemplan desde la neumonía, pasando por las insuficiencias respiratorias e infartos hasta el COVID-19.
También están incluidos en ese cómputo total hasta este 31 de marzo aquellos fallecimientos procedentes de otros lugares de residencia y empadronamientos pero con propiedades en el campo santo daimieleño. Por el contrario, el registro de incineraciones no puede incluirse en estos datos.
Los operarios del cementerio municipal han incrementado las medidas de protocolo ante el avance del coronavirus en todo el país, conforme a lo decretado por el gobierno de España, extremándose las precauciones al máximo en un lugar que se ha convertido en un escenario más del drama que se vive en todo el mundo. Sin esquelas ni responsos se da sepelio.
Se deben seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad: “Nos remite que hay que llevar mascarillas y guantes, y evitar el contacto que se pueda tener con los familiares, cuya entrada queda restringida al mínimo de familiares, y, en general, la gente lo está respetando cada vez más”, comenta un operario.
En ese Decreto, se contempla que las medidas de distanciamiento social obligatorias a nivel nacional para evitar la expansión del virus recomiendan la suspensión de velatorios. Una norma que se cumple desde el primer momento, aunque se lamente una despedida tan vertiginosa.
