El Centro de Internet de Daimiel ha acogido el primer curso con el que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha quiere impulsar la formación en impresión 3D. 10 alumnos han aprendido las claves de esta tecnología y el software y el hardware relacionado. Además, han probado dos tipos de impresoras para saber cómo las pueden incorporar a su vida personal o a sus negocios. Una de ellas se quedará en el Centro de Internet para darle continuidad a esta primera de contacto, como explicaba el directo del proyecto de Centros Maker, Diego Gómez. “También dejamos las unidades didácticas y los materiales necesarios para que puedan empezar a hacer sus primeras piezas o prototipos”, añadía.
Las aplicaciones de la impresión 3D abarcan “un campo tan amplio como el que supone en la actualidad el uso de los ordenadores”. En este sentido, Gómez destacaba que la instalación de una impresora 3D en una empresa “supone poner en marcha un departamento de I+D+i, con el que poder competir e innovar en un mundo cada vez más globalizado”. Así, un pequeño comercio local “podría customizar sus productos, personalizándolos para cada cliente, y de esa manera diferenciarse de los que se encuentran en las grandes distribuidoras de internet”.
Gómez comentaba que el precio de una impresora 3D como la que se ha usado y se quedará en el Centro de Internet puede reducirse a menos de 100 euros porque “sus componentes se pueden fabricar con otra impresora 3D y reciclando piezas de un modelo 2D”.
Un ejemplo del potencial de esta tecnología que en los próximos meses se mostrará en otros nueve centros de internet de Castilla-La Mancha, y que en poco tiempo podría generalizarse en negocios y hogares.
