La Asociación Cultural Memoria Agrícola de Daimiel ha celebrado durante la cuarta jornada de Feria el Día del Agricultor. Una mañana donde de nuevo han sacado a la calle los tractores más antiguos del municipio y que ha servido para rendir un doble homenaje: a Fernando Garzás, trabajador de la comunidad de regantes durante 20 años, y al Silo Municipal, que desde hoy tiene un monolito en la rotonda donde se erige.
El reconocimiento a Garzás como ‘Agricultor Ejemplar’ lo ha presentado Jesús Pozuelo, que ha recordado y ha valorado su dedicación a los regantes daimieleños durante las dos décadas que compartieron en la comunidad.
Pozuelo, presidente del organismo durante todo ese tiempo, ha felicitado a Garzás por la atención y dedicación que prestó siempre, más allá incluso de sus obligaciones laborales. “Conocía a todos y su despacho fue asesoría y consultoría” para los regantes que “normalmente no llegaban contentos” por allí.
Garzás, que tuvo que dejar su trabajo tras sufrir un ictus, ha agradecido este homenaje tan emocionado como el propio Pozuelo o el presidente de la asociación, José Vicente Cejudo.
La entrega de la placa ha tenido lugar en los jardines del convento de los padres pasionistas, donde previamente Juan Vidal ha impartido una breve conferencia sobre la ‘Red de silos y graneros’, con especial atención al daimieleño.
Vidal ha tipificado esta construcción como silo de recepción y ha repasado las fases de su construcción. Empezó en 1962, siete años después de la cesión de los terrenos al Ayuntamiento de Daimiel, y con un presupuesto de 2.650.000 pesetas.
El secretario de la asociación ha valorado estos edificios como “las catedrales del campo manchego” y ha solicitado que se pongan sobre la mesa ideas para conservarlos como se merecen y “no solo para pintarrajear sus paredes”.
Una investigación que se detalla en otra pequeña publicación que la asociación ha puesto a la venta por 5 euros, y que también ha servido para el resumen del texto que aparece en el monolito que se descubría minutos antes en la rotonda del silo, frente al Cristo de la Luz.
Un identificador que mantiene el estilo de los que aparecen al lado de las parroquias daimieleñas, del antiguo Mercado o del Museo Comarcal, y que se descubría con la presencia del concejal de Agricultura, Jesús Villar y de otros miembros de la Corporación Municipal.
La mañana también dio para visitar la Casa de Labor de la Señorita María Antonia en la salida hacía Valdepeñas y para un pasacalle que concluyó al mediodía en la calle General Espartero.
