Decenas de personas despidieron este sábado a la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados que durante 126 años han gestionado la Residencia de Mayores ‘Virgen de las Cruces’. Lo hicieron con una Eucaristía celebrada en la capilla del centro, repleta para la ocasión, y oficiada por el obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar Viciosa. El emotivo acto contó con la presencia de todos los párrocos y sacerdotes de la localidad y la comunidad de religiosos Pasionistas, así como del alcalde, Leopoldo Sierra, y numerosos miembros de Corporación Municipal.
Antes de finalizar la misa, el primer edil subió hasta el altar para dedicar unas palabras de gratitud y reconocimiento a la congregación.
Por su parte, las religiosas expresaron sus mejores deseos para la empresa que se hará cargo de la gestión de la residencia a partir de ahora. También intervino el obispo, que reconoció “la importante labor que han desempeñado estas monjas con los ancianos durante tantos años, dentro y fuera de la localidad”.