La Concejalía de Obras de Daimiel está inmersa en estos momentos en los trabajos anuales de mantenimiento de acerados y pintura de señalización. Estas actuaciones, sufragadas con fondos municipales, se ponen en marcha en “normalmente” septiembre y ahora se concentran en la reparación de los alcorques de las avenidas de los Poetas y Rosales.
Una zona “muy transitada por caminantes y corredores” que necesita de “una revisión periódica”. En este caso, lo que se hace es darle más anchura al alcorque para que “respiren mejor las raíces de los arboles”, explicó el concejal de Obras, Rafael Marcelino.
En esta primera fase se van a reparar 35 alcorques. A continuación, se hará lo propio revisando la Avenida de los Deportistas, desde el Estadio Municipal.
Rafael Marcelino también informó del repaso en la señalización viaria (pasos de cebras y stops) con el correspondiente pintado en los barrios de Pedrero y Cañada Mendoza. En concreto, se ha actuado en 77 puntos, entre ambas zonas.
En las próximas semanas, se seguirá con estos trabajos de pintura en el tramo que recientemente se ha asfaltado en la calle Dehesa y en el barrio de La Espinosa.
Desde la Concejalía de Obras también se está a la espera del “derrumbe de una vivienda” para ensanchar el acerado de la calle Quevedo, como se anunció en verano.