La producción de palas eólicas en la fábrica de Vestas en Daimiel, la segunda factoría más grande de la provincia por número de trabajadores después del complejo petroquímico de Repsol en Puertollano, ha parado este jueves a las siete de la mañana por la huelga de trabajadores, que durará 48 horas. Las movilizaciones para exigir medidas de seguridad laboral empezaron hace dos meses sin éxito.
Desde primera hora de la mañana, decenas de trabajadores se han concentrado a las puertas de la fábrica, con música reivindicativa y pancartas en las que se podía leer ‘La unidad es nuestra fuerza. Por la salud y nuestro trabajo’ o ‘Vestas nos envenena’. Las proclamas han sido continuas, igual que los pitos a los trabajadores, sobre todo de subcontratas, que han entrado en la fábrica.
Seguimiento del 90% en producción

El comité de empresa, formado por representantes de CCOO, UGT, CSIF, USO y CGT, ha confirmado “un seguimiento cercano al 90 por ciento” entre los trabajadores de producción. En la actualidad, la factoría roza los 1.000 trabajadores, repartidos entre cuatro turnos, entre fijos y eventuales. Las subcontratas no han participado en la huelga y no ha habido seguimiento entre los empleados de calidad y otros departamentos.
“Los procesos se judicializan y tardan años en resolverse”

Las principales reivindicaciones tienen que ver con la implantación de nuevas medidas de seguridad laboral. “Trabajamos con productos químicos, han enfermado compañeros y muchos enfermaremos en el futuro, y eso no se paga con dinero, ni con una resolución judicial, eso se soluciona actuando en el momento”, ha expresado el portavoz de CGT, Luis Medina.
Se quejan de que la multinacional danesa “se salta la normativa de prevención” y los trabajadores se sienten desamparados, “mientras que los procesos se judicializan y tardan años en resolverse”. En lo que va de año, los sindicatos apuntan que ya suman 5 casos de alergia profesional, “y son casi 100 en los 17 años de historia” de la factoría en Daimiel, ha añadido Francisco Javier Gómez, de USO.
Los trabajadores denuncian la utilización de productos reprotóxicos y cancerígenos, además de malas practicas por parte de la empresa. “Traen productos nuevos, ni te avisan y tenemos que andar de detectives, cuando es el servicio de prevención el que tiene que informar sobre su utilización”, ha añadido el portavoz de CGT.
La negociación, paralizada

La negociación hasta el momento está bloqueada y desde los paros parciales convocados en marzo y abril no ha existido ningún avance. Este mismo miércoles, hubo un desencuentro entre el comité y la empresa, que era partidaria de “mantener unos servicios mínimos”. Un día después también denuncian la “coacción” a algunos trabajadores, que han recibido cartas en las que les informan de que son “servicios necesarios”.
El comité de empresa insiste en su voluntad para “negociar”. También quieren mejoras relacionadas con el calendario, los permisos, el reconocimiento de la categoría profesional, y reclaman que Vestas pague a toda la plantilla el plus convenio, además del cese de los despidos.
Marchas en coche y manifestación
La huelga de 48 horas se repetirá el jueves y el viernes de la semana que viene, y “si la postura de la empresa se mantiene continuaremos en junio”, ha confirmado el presidente del comité y delegado de CCOO, José Miguel Martínez-Portugués. Todos los días habrá marchas en coche por las calles de Daimiel y cerrarán el viernes 30 con una manifestación con lectura de manifiesto.
En la concentración a las puertas de la empresa han participado dirigentes de CCOO Ciudad Real, entre ellos, la secretaria general, Esther Serrano, y el secretario de Industria, Víctor Arias.