La asociación de empresarios de Daimiel cree que las últimas medidas de carácter económico aprobadas por el Gobierno central dan “una de cal y de otra arena”, en palabras de su secretario, Lorenzo García Muñoz. En su opinión, las nuevas restricciones a sectores que todavía estaban trabajando son “necesarias desde el punto de vista de la salud, que es lo que debe prevalecer en estos momentos”, pero en lo que no está de acuerdo la patronal daimieleña es que “se hagan con un permiso retribuido”, aunque estos días después los tendrán que recuperarse hasta el 31 de diciembre por los trabajadores.
“Es muy fácil decir que pague la empresa”, señala García-Muñoz. “Las más potentes podrán soportarlo”, sin embargo, “el problema otra vez será para los autónomos y las micropymes”. Además, y donde pone más el acento el secretario de los empresarios locales es en “la prohibición de los despidos”, que aprobó el Consejo de Ministros del pasado viernes. Una decisión que, opina, puede dar la puntilla a la viabilidad de los pequeños empresarios, algo que posteriormente “irá en contra de los trabajadores”.
Situación en Daimiel
Desde esta sensación “agridulce” tras estas nuevas medidas, Lorenzo García-Muñoz comentaba que “el impacto en Daimiel está siendo el mismo que en todo el país”, y mostraba su preocupación por el futuro porque “va a ser difícil volver a la normalidad”.
En este punto, señalaba que el sector más afectado por el real decreto que se publicó anoche en el BOE a quince minutos de las doce de la madrugada va a ser “el de la construcción, ya que todavía había obras en marcha y empresas que seguían yendo a Madrid” hasta la pasada semana.
Como consecuencia de este parón, empresas directamente relacionadas “como podría ser Ferroal, por citar una de las grandes” también entrarían en esa hibernación, como la definió ayer el Gobierno. En el caso de Vestas, García-Muñoz tenía dudas por la propia redacción del real decreto, y aunque tenía información de que estaban estudiando la paralización, “ellos también tienen clientes en otras partes del mundo y tendrán que valorarlo”.
Por último, también mostraba su preocupación por la presión que puedan sufrir las gestorías, como la que él dirige, en los próximos días. “Estamos rezando para para no tener que liquidar los impuestos del primer trimestre, porque el volumen de trabajo, unido al inicio de la campaña de la Renta y a todas las medidas laborales que se han tomado, nos pondrían en una situación muy compleja”. Por eso, la propuesta que lanzaba era que el periodo de liquidación se amplíe al primer semestre.
Una información que esperaba que llegase en los próximos días y que al igual que el resto de novedades que afectan a los empresarios se siguen remitiendo a los asociados para que, dentro de lo posible, “puedan seguir funcionando”.
