La reforma del colegio San Isidro ya ha empezado a ser una realidad esta semana con la demolición de las antiguas “casas bajas” o también llamadas de los profesores. “Esto va bastante rápido”, ha comentado la directora del colegio, Rocío Rubio, quién también ha valorado que, por el momento, el ruido está siendo “menor de lo esperado” y no está interfiriendo en el desarrollo normal de las clases.
El principal cambio en la organización del centro ha sido el nuevo acceso habilitado por la calle Mayo. Rubio ha indicado que la puerta es algo estrecha, pero “está previsto hacerla más grande” para facilitar la entrada y salida de los alumnos. Éstos, ha añadido, ya se han acostumbrado a convivir con la obra, aunque lógicamente el primer día sí les llamó la atención.
Esta primera fase de la remodelación contempla la construcción de un nuevo aulario de tres unidades de Educación Infantil, un aula de Educación Especial y otra de fisioterapia. En total, la Junta de Comunidades invertirá algo más 537.000 euros. Todo esto deberá estar listo para el inicio del próximo curso escolar.