Los hoteles y alojamientos de Daimiel vuelven a repetir los porcentajes de ocupacion característicos de la Semana Santa. En Jueves Santo y Viernes Santo, “las fechas fuertes”, como las denomina el presidente de la asociación turística local, Jesús Pozuelo, rozan el 100% de ocupación. No ocurre así durante los primeros días de la semana y el Sábado Santo, donde el nivel se sitúa en una media del 80%. Y una vez más, “esas reservas las ocupan mayoritariamente familiares de daimieleños, y en un porcentaje menor los turistas” que vienen a conocer a nuestra tierra. “Más o menos en la tónica de otros años”, resume Pozuelo.
Donde, de momento, hay peores cifras que en 2017 en las reservas de actividades turísticas ligadas al Parque Nacional de las Tablas. En las empresa de ecoturismo “hay un 25% menos” que el año pasado a estas alturas. La razón, la incertidumbre de saber si hará o no buen tiempo. En este punto, Pozuelo recalca que los “apenas cinco litros que se suponen caerán el Viernes Santo no son un impedimento” para estas visitas. Las inclemencias fueron mucho mayores este pasado fin de semana.
El aumento de la superficie encharcada hace prever más visitantes para las Tablas
No obstante, esto que puede condicionar reservas puntuales es, dándole a la vuelta al refrán, “hambre para hoy y pan para mañana”, destaca Pozuelo. “Que el parque haya más que duplicado su superficie encharcada y que se deje de hablar de la sequía ayuda a que el turista se plantee viajar a lugares muy ligados al agua como las Tablas o las Lagunas de Ruidera”, detalla. Por tanto, se espera una primavera “mucha más ilusionante que hace apenas un mes”.