A unas horas del inicio de la feria, el alcalde Leopoldo Sierra, ha deseado a los daimieleños que “disfruten de estos días festivos, olvidando los problemas y participando de las actividades programadas por Festejos”. Una oferta “importante” por la que felicitaba a esta delegación municipal y que, entiende, merece el respaldo de los vecinos y visitantes.
Sobre los cambios que se pudieran incorporar o la transformación del modelo de feria como reclama el portavoz de IU, Sierra señalaba que “la feria la cambian los daimieleños con su forma de vivirla”. Como ejemplo ponía que en estos últimos años, tras la decisión de celebrar el Baile del Vermú en la plaza, se ha dado pie a “una feria que se vive más de día y que reúne en ese punto a jóvenes, padres y abuelos”.
Conciertos y toros
El alcalde ha defendido la calidad de los artistas de Daimiel en Concierto y las ganas que siguen mostrando los que están “en el top ten” de venir a tocar a nuestra localidad. “Somos un referente y lo seguiremos siendo, pero aquí también hay que tener en cuenta las giras que hay cada verano y que el presupuesto que algunos ayuntamientos destinan para un concierto nosotros los repartimos en seis”, reflexionaba.
En el caso del cartel taurino, Sierra recordaba que anteriores apuestas “por figuras del escalafón o por grandes ganaderías” no se ha visto recompensado con la presencia del público, con las consecuentes pérdidas para el empresario. Por este motivo, el ayuntamiento decidió que el empresario llevase la iniciativa. “Sé el dinero que pone el ayuntamiento y lo que ponen los aficionados, y el ayuntamiento en el futuro va a seguir con la misma participación”, advertía.
Convenios
En Radio Daimiel, el alcalde también se ha pronunciado sobre los impagos de los convenios sociales firmados con la Junta de Comunidades. Tras leer de forma literal en los propios documentos las obligaciones de pago que está eludiendo el Gobierno regional hasta la fecha, Sierra ha recalcado que “la irresponsabilidad sólo tiene una dirección: la del gobierno socialista de la Junta, y a partir de ahora, también la de la izquierda radical” que lo apoya.
El primer edil ha insistido en que la Junta no puede demorarse casi un año en pagar el “1.600.000 euros que suponen esos convenios” porque el ayuntamiento tiene que adelantar más dinero del que le corresponde y eso retrasa el pago a proveedores y complica el desembolso de las nóminas de los trabajadores municipales. “Es una pescadilla que se muerde la cola, y que se traslada a las empresas de la localidad con sus trabajadores”, añadía. “Ya vale de hablar de si los presupuestos están o no están, si uno se ha comprometido por escrito tiene que pagar, y luego después ya decir lo que quiera en los medios”, recalcaba.
Primeras medidas
Sierra también ha valorado los avances que, a su juicio, se están dando para que desaparezcan los malos olores. El alcalde ha comentado que Alvinesa ha presentado “en comisión informativa” una serie de proyectos que recogen medidas aconsejadas por Labaqua, la empresa que realizó por encargo del ayuntamiento el estudio olfatométrico en el municipio. “Algo se está moviendo. La empresa ha tomado unas medidas como la ampliación de las balsas, y otros más que se irán conociendo”, apuntaba Sierra, quién espera y desea que sean efectivas.
Lo que no entendía Sierra es la Junta no considere que el Ayuntamiento de Daimiel sea parte afectada en el expediente sancionador que Medio Ambiente abrió a Alvinesa. “A mí no me aíslan, lo hacen con 19.000 personas. Si el viceconsejero pretende echarme el pueblo encima se equivoca. La responsabilidad medioambiental es suya, son ellos los que tienen que revisar”, exponía.
Por último, Sierra adelantaba algunos de los próximos proyectos donde estará listo el nuevo Punto Limpio, se seguirá con la eliminación de barreras arquitectónicas y se mejorarán las vías públicas, como sucederá en la Plaza de las Mínimas. Todo ello, bajo una estricta estabilidad presupuestaria que “nos obliga a no poder gastar más de lo que ingresamos” por el nivel de endeudamiento. “Si otros siguen gobernando en vez de al siglo XXI pasamos al siglo XIX”, concluía.