Las organizaciones ecologistas con representación en las Tablas de Daimiel pedirán explicaciones este martes a la Comisión del Agua del patronato rector del parque nacional, que se reúne después, respecto al supuesto incremento de la superficie de regadío.
Los conservacionistas aseguran en un comunicado que son “decenas y decenas” los proyectos de transformación de concesiones de aguas privadas a aguas públicas con aumento del perímetro de riego y de la superficie regable, que supone la transformación de parcelas de secano a regadío y apertura de nuevas captaciones.
El golpe definitivo a la cuenca alta del Guadiana
Para estos grupos WWF, Ecologistas en Acción y grupos locales, esta situación supone “un nuevo mazazo”, que según dicen puede dar un golpe definitivo al sistema hídrico de la cuenca alta del río Guadiana.
Afirman que solo en Daimiel desde el año 2016 se han sometido a evaluación de impacto ambiental 68 proyectos de este tipo. “Si este es un valor medio y los multiplicamos por todos los municipios de la cuenca alta del Guadiana, estaríamos hablando de centenares de proyectos”.
De hecho, explican, de la reunión del patronato del parque nacional en noviembre de 2018, el representante del IGME aseguró que el vaciado de las reservas a 1 de marzo de 2018 era de 1.125 hm3 respecto a la situación de 1980.
Bajada de los niveles del acuífero
Por su parte, el comisario de aguas advirtió en esa misma reunión que se había producido un descenso medio de seis metros en los niveles piezométricos si se comparaba con el nivel en 2014, lo que aleja la consecución del objetivo estratégico del plan hidrológico de la cuenca del Guadiana de que el agua mane en los Ojos del Guadiana para el año 2027.
Finalmente, los ecologistas advierten que, a fecha de 1 de junio de este año, cuatro unidades hidrológicas se encuentran en situación de alerta en la zona de influencia del parque nacional, atendiendo el Plan Especial de Sequía vigente, tratándose de Mancha Occidental, Gigüela-Záncara, Jabalón-Azuer y Vicario.
Preparación de los pozos de sequía
Esta situación de alerta obliga a adoptar una serie de medidas entre las que se encuentran, en relación con el parque nacional de las Tablas de Daimiel, la preparación de la puesta en marcha de los pozos de sequía para suministro de recursos al parque, con un volumen máximo anual de extracción de 10 hm3/año, la previsión de suministro de recursos desde el trasvase Tajo-Segura y la propuesta de ajuste de las extracciones de aguas subterráneas en riesgo a través del Régimen Anual de Extracciones, que recuerdan los ecologistas para este año son de 1.500 m3/ha para leñosos y de 2000 m3/ha para herbáceos.
Que se sigan sacando peces
Las organizaciones ecologistas, en cuanto no se consiga la naturalización del parque nacional y la recuperación de los procesos naturales, consideran que se debe mantener coyunturalmente el esfuerzo de inversión económica para la extracción de especies de peces invasores, por la alteración que provocan en los fondos de la cubeta del humedal.
El actual estado de inundación del parque nacional de las Tablas de Daimiel, con tan solo 625 hectáreas a finales de primavera, un tercio de las 1.750 hectáreas encharcables en esta época del año, revelan la gravedad de la situación y, tal y como prevé la dirección de este parque nacional, las expectativas de lluvias hasta otoño son prácticamente nulas.
Agricultura y macrogranjas
Entre los nuevos consumos de agua que denuncian los ecologistas está el viñedo en reconversión, el pistacho, la cebolla, el almendro y el olivo, entre otros, junto a las plantas termosolares y ahora las macrogranjas industriales de porcino suponen nuevos golpes al acuífero 23, a las lagunas de la Mancha Húmeda y por ende al propio parque nacional.