El Pabellón Ferial acogió este martes la celebración del Día de las Personas con Edad. 200 mayores de la localidad pasaron la tarde viendo la película “Vivir dos veces” y merendando después un chocolate con churros. Un “éxito de participación” como suele suceder cada vez que la concejalía de Servicios Sociales y el Consejo de Mayores propone una actividad. Y un ejemplo del dinamismo de este colectivo del que, destacaba el alcalde, Leopoldo Sierra, “deberían aprender nuestros jóvenes”. “Ellos no tuvieron las mismas oportunidades, en algunos casos ni siquiera tuvieron la oportunidad de ir al colegio, y ahora a sus años tienen unas ganas enormes de aprender y estar activos”, comentaba. Un reconocimiento al que también añadía el agradecimiento de su generación ya que “muchos de ellos hoy no han podido venir aquí porque están al cuidado de sus nietos”. “Son un referente para todos y el Ayuntamiento estará siempre pendiente de sus demandas”, concluía.
La concejala de Servicios Sociales, Alicia Loro, se unía las palabras del alcalde y reconocía que el trabajo que tiene detrás cada actividad de este tipo se ve recompensado por la respuesta de los mayores. Un entusiasmo que se reflejaba también en la sorpresa que muchos se llevaron al pasar por primera vez a la sala de cine daimieleña. “No se lo esperaban así, se han sorprendido gratamente”, señalaba.
Esa misma impresión se la trasladaban a la presidenta del Consejo de Mayores, Isi Ruiz de Pascual, que decía que “muchos van a repetir” en el cine después de esta tarde. Ruiz de Pascual destacaba la amplia oferta de actividades que el Centro de Mayores pone al alcance de este colectivo, que hasta incluso llamaba la atención de jubilados de capitales de provincia. “Ha venido gente de Burgos, y no se creen que en Daimiel haya todo esto” para los mayores.
Pero simplemente hablando con ellos es fácil comprobar que lo que menos quieren los jubilados daimieleños es quedarse de brazos cruzados. Los hay que prefieren salir al campo a diario, otros que combinan los talleres del Centro de Mayores, con las sesiones del club de lectura o con las clases en el Escuela de Adultos, e incluso alguna que en unos días se va de crucero. “Como dicen mis hijos, si se cae la casa, no te va a pillar dentro”, comenta entre risas Joaquina. Así también lo ve José que dice que “hay que salir, hablar con unos y con otros porque no te puedes sentar en un sofá a ver si llega la noche”. Y como “tenemos tiempo para todo, podemos hacer de todo y no aburrirnos”, concluye Juli.
