Una decena de padres han aprendido este jueves en el Centro de Internet la forma de diferenciar un uso razonable de las nuevas tecnologías de aquel que hay que tratar como una adicción. En el caso de los adolescentes, el sector más expuesto a estos problemas, “se suele detectar porque dejan sus aficiones, porque no se relacionan con la familia y porque empieza a bajar su rendimiento escolar”, según ha explicado, Lidia Jimeno, monitora del taller.
La forma de encarar esta situación es la de intentar sustituir las horas y horas que se pasan delante de la pantalla del ordenador o del móvil “por otras actividades que les puedan motivar para que vean lo que se están perdiendo”. No obstante, si ya existe un problema grave, Jimeno aconsejaba recurrir a un especialista.
En la actualidad, “los juegos on-line, las apuestas y, sobre todo, el whatsapp” son los principales focos de unas adicciones que Jimeno aconsejaba prevenir desde que nuestros hijos son pequeños. “No podemos utilizar el móvil para desentendernos de ellos, tenemos que compartir todo el tiempo que podamos y no dejar su educación en manos de una máquina”, recalcaba.
Este taller sobre la ‘Prevención de desórdenes de adicción hacía las nuevas tecnologías’ ha recalado en Daimiel gracias al programa Bilib, del Centro de Apoyo Tecnológico de Castilla-La Mancha.