La Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales ha decidido este lunes parar el bombeo de agua subterránea a las Tablas de Daimiel, de la batería de pozos de emergencia activados a mediados de marzo. Con 300 hectáreas encharcadas, “se ha conseguido un nivel de inundación en la zona del paquete de turberas que nos garantiza que este verano no haya riesgo de autocombustión”, ha confirmado a Lanzadigital.com Carlos Ruiz de la Hermosa, director del parque nacional.
Además el presidente de la Comisión Mixta y director general de Medio Natural y Biodiversidad de Castilla-La Mancha, Félix Romero, ha indicado que “la decisión responde a la necesidad de ser eficientes con el propio recurso agua y minimizar el impacto sobre el propio acuífero, una vez que se considera garantizado el objetivo de eliminar el riesgo de ignición de las turbas”.
La zona inundada desde que se activaron los pozos, el pasado 16 de marzo, es la de mayor riqueza biológica: la isla de las Cañas, y se cree que con el nivel de agua actual se asegura que las especies que están nidificando puedan completar su ciclo de cría.
Evitar la autocombustión de turba
“La medida sigue al pie de la letra el plan rector de uso y gestión del parque que dice que la batería de sondeos es el elemento que debe evitar la autocombustión de turba, en ausencia de otros aportes, y una vez garantizado se suspende el bombeo”, afirma Ruiz de la Hermosa.
A partir de las doce de esta noche
La Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales Tablas de Daimiel y Cabañeros, un órgano colegiado formado por los responsables de medio ambiente del Gobierno central y el de Castilla-La Mancha, se ha reunido este lunes por videoconferencia. El cese del bombeo de agua se hará efectivo a las doce de la noche de este 27 de abril.
Ante el pésimo estado hídrico de las Tablas de Daimiel, y la imposibilidad de derivar agua del Acueducto Tajo-Segura (no es posible por la gran tubería y por el cauce del Cigüela no sería efectivo), el 4 de marzo la Comisión Mixta de Parques Nacionales decidió activar la batería de 21 pozos de emergencia que se construyeron en la etapa 2009-2010, para evitar que el parque volviera a arder por sus peculiares condiciones de vegetación subterránea asociada al agua.
El 16 de marzo, primer día laborable del estado de alarma decretado por el Gobierno por la crisis del coronavirus, se activaron los pozos que han estado proporcionando al parque un caudal de agua de un metro cúbico por segundo hasta hoy.
El bombeo empezó con 75 hectáreas encharcadas
El bombeo empezó con 75 hectáreas encharcadas y seis semanas después hay unas 300, de las 1.500 inundables del humedal, en su peor momento en diez años. Las lluvias de esta primavera del confinamiento (unos 40- 50 litros por metro cuadrado) le han dado “un pequeño empujón” al parque, en uno de sus peores momentos desde el incendio de turberas del verano de 2009.
El agua subterránea para recargar las Tablas de Daimiel en situaciones de emergencia proviene de los derechos de captaciones de fincas de la zona que se compraron en su momento. Suponen un aporte de 2,2, hectómetros cúbicos. Además el Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadiana establece una autorización especial de 10 hectómetros cúbicos adicionales si fuera necesario.
Para inundar las 300 hectáreas actuales se han derivado 3,5 hectómetros cúbicos.