UGT ha denunciado la situación por la que están traspasando los trabajadores de Agrocuna en Daimiel, «con vacaciones forzosas y sin remunerar». La plantilla, exponen desde el sindicato, «lleva desde el 1 de febrero sin cobrar, unos retrasos y unos impagos que vienen sufriendo desde hace dos años».
En nota de prensa han afirmado desde el sindicato que «las injusticias hacia la plantilla no se centran sólo en retrasos e impagos de nóminas sino también en la persecución y presiones que viven los delegados sindicales de UGT».
La Unión General de Trabajadores y Trabajadoras explica que «Sanidad ha procedido a cerrar varias zonas de la empresa debido a las condiciones en las que se encontraban estas instalaciones, con desagües que no funcionaban y que producían inundaciones, a lo que suma que Agrocuna aún no cuenta con un plan de igualdad».
UGT ha elevado a la Inspección de Trabajo «problemas en materia de seguridad y salud laboral que tienen las pocas personas que sí están yendo a trabajar a Agrocuna». Según explican desde la sección sindical de UGT, «hemos llegado a ver a trabajadores subidos en una horquilla de carga de carreterillas elevadoras sin ningún tipo de protección y encima de palets, carretillas en algunas de las cuales no funciona el freno y las ruedas están desgastadas».
Actualmente Agrocuna cuenta con una plantilla «de algo más de 100 personas. De ellas 54 están en Expediente de Regulación de Empleo Temporal», informan desde el sindcato. «Estos trabajadores en ERTE son los que venían realizando sus funciones en las instalaciones clausuradas por Sanidad. El resto del personal, salvo el personal de oficina y dos o tres encargados que sí están yendo a la empresa a trabajar, permanece desde el 1 de febrero en vacaciones forzosas».
