El Centro de Mayores ha propiciado este viernes un encuentro los familiares y usuario del Servicio de Estancias Diurnas. El acto, enmarcado en los actos de celebración del 20º aniversario del centro, ha empezado con un vídeo donde se han resumido todas las actividades que se realizan en este servicio. A continuación, varias usuarias han leído un poema compuesto para la ocasión y no ha faltado la música de la rondalla del centro.
Durante el encuentro, los familiares han tenido la oportunidad de contar su experiencia, y en sus testimonios han destacado la profesionalidad y el cariño con el que se trata a las personas mayores. Paco Cuesta, actual presidente del Consejo de Mayores, ha recordado los años que pasó su madre en este Servicio de Estancias Diurnas y “el enfado que le entraba cuando llegaba el fin de semana porque no podía ir”.
La directora del Centro de Mayores, Prado Pérez de Madrid, ha destacado que este recurso fue pionero a nivel regional y lo que costó implementarlo en sus inicios. “Hicimos una campaña de información y, en pocos meses, pasamos de no tener usuarios a tener lista de espera”, recordaba. Durante estos 20 años, el servicio ha atendido a cerca de 300 personas mayores, y reconocía que para ellos es “muy emotivo comprobar como las familias han confiado en nosotros. Además, Pérez de Madrid ha incidido en la coordinación que la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de Daimiel han mantenido durante estos 20 años para garantizar el funcionamiento del Centro de Mayores.
Una sintonía que también ha subrayado el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra. El alcalde ha valorado la capacidad de este servicio para ralentizar los efectos de la edad en las personas mayores y para hacerles sentir que están en una segunda casa. Un acompañamiento que no sería posible sin el esfuerzo y la dedicación del equipo de profesionales, a los que ha dirigido un agradecimiento especial. “La multitud de actividades que les proponen les ayudan a conservar su autonomía y a prolongar su calidad de vida lo máximo posible”, comentaba Sierra.
La mañana ha concluido con un chocolate con churros, en un pequeño adelanto de lo que se repetirá próximamente con la llegada de la Navidad.