La exposición “Una mirada artística a la Venta de Borondo” ya se puede visitar en el Museo Comarcal. La muestra promovida por la asociación cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego propone al público una selección de 22 obras pictóricas y fotográficas de diferentes autores, sobre todo daimieleños, en torno a la venta cervantina.
Una iniciativa que tiene como objetivo difundir los valores del monumento desde varias perspectivas artísticas. Por ello, se puede contemplar a través de las obras expuestas, la Venta en diferentes estaciones del año, también sus atardeceres o detalles de los espacios como puertas, patio o palomar trasladando el aroma de un edificio con más de cuatro siglos de historia.
En la inauguración, celebrada el miércoles por la tarde, estuvo la concejal de Cultura, Lourdes Rodríguez de Guzmán, quien felicitó al presidente del colectivo, por “sumar contenido, actividad y conocimiento” de un inmueble que “ya es municipal y en el que próximamente se comenzará a invertir, proteger y rehabilitar su cubierta”.
En este punto, la edil destacó el encanto del edificio-sin menospreciar el valor histórico que alberga-para realizar múltiples actividades y “nuestro propósito es sumarlo a la lista de recursos turísticos y culturales de Daimiel” y que pronto pueda ser “más visitable”.
La puesta de largo contó con una veintena de personas entre las que se encontraban algunos de los autores de las obras seleccionadas. El fotógrafo daimieleño, Juan Moya, autor de “El patio de mi casa”- donde pone el foco en el interior de la venta- destacaba la satisfacción de poner en valor un espacio que le trae muchos recuerdos de la infancia.
Por su parte, Paqui García Velasco, autora de “Pequeños detalles”, se mostraba muy orgullosa e ilusionada de poder contribuir con el proyecto y con el objetivo que persigue. Una exposición “preciosa” que recomendó ver a todo Daimiel.
A través de estos trabajos pueden verse hasta el 30 de noviembre en la planta alta del Museo Comarcal diferentes perspectivas y detalles sobre este Bien de Interés Cultural (BIC); reproducciones de las originales sobre cartón pluma. Un marco idóneo a juicio de Cejudo, puesto que “no son de gran tamaño” y también, por el flujo de público que lo visita.
