Pregunta.- El pasado 14 de abril tomó posesión del cargo de presidenta del Colegio de Médicos de Ciudad Real, ¿qué tal la primera toma de contacto con la Presidencia en sus primeros dos meses?
Respuesta.- Muy intensa, la verdad. A pesar de que ya llevaba cuatro años en la junta directiva anterior, como vicepresidenta, situarse en el lugar visible de la institución ha supuesto un cambio notable en cuanto a responsabilidad y tiempo que le estoy quitando a mi familia. Pero esto ya lo sabía cuando acepté este cargo, y también el hecho de que vivimos un momento complicado. Lo asumí como un reto y aquí estoy.
P.- Con motivo de este especial sobre colegios profesionales, le pregunto, ¿cómo de importante es para el profesional médico formar parte del Colegio de Médicos?
R.- Como ya han comentado mis predecesores en varias ocasiones, si los colegios de médicos no existieran, habría que inventarlos. El Colegio representa y defiende los intereses del médico, vela por el cumplimiento de los principios deontológicos de la profesión, evita el intrusismo y protege la salud de los ciudadanos garantizando una buena práctica profesional. Son, como ve, suficientes razones para formar parte de esta institución.
P.- ¿Con cuántos colegiados cuentan en la actualidad?
R.- En la actualidad contamos con 2.605 en la provincia de Ciudad Real. De ellos, 1.397 son hombres y 1.208 mujeres. Somos un colegio mediano en relación al resto de los colegios médicos españoles.
P.- Hace muchos años el Colegio estaba muy encerrado en sí mismo y poco a poco ha ido abriéndose a la sociedad. ¿Cuál es su objetivo en este sentido, a nivel de relación de la institución con la sociedad?
Esa ha sido y será siempre una de nuestras prioridades: abrir el Colegio a la sociedad. Es cierto que siempre hemos sido los grandes desconocidos, incluso y lamentablemente por parte de alguno de nuestros médicos, pero tenemos que decir que hacemos grandes esfuerzos para que esto cambie. Con nuestra oferta formativa, con actividades dirigidas a la población en general, con nuestra política de premios y becas para los que contamos con diferentes entidades públicas y privadas… creo que poco a poco se va entendiendo que la razón de ser del médico es el paciente, y del Colegio, por lo tanto, la sociedad en su conjunto.
P.- ¿Cómo está apoyando el Colegio a sus colegiados en este último año tan complicado?
R.- El papel de los colegios ha sido determinante desde los inicios. Sin haber dejado de ofrecer los servicios colegiales, se han puesto en marcha una serie de iniciativas para hacer frente a la pandemia. Nuestro Colegio, por ejemplo, adquirió material sanitario de protección, ofertó un servicio de apoyo psicológico a los profesionales, estuvo y está al lado de los médicos afectados ofreciéndoles todos los recursos humanos y legales para paliar los efectos de la crisis, y lo mismo se hecho con las familias de los médicos fallecidos por coronavirus. También hemos tratado de darle cierta ‘normalidad’ al funcionamiento colegial, manteniendo todos los servicios, becas, premios y demás convocatorias, adaptándonos claro está a la situación sanitaria actual.
P.- ¿Qué futuro espera para los profesionales médicos tras el deseado fin de la pandemia?
Lamentablemente no es el deseado. Delante de nosotros tenemos muchos frentes abiertos, reivindicaciones históricas, que debemos encarar en los próximos años. Hablamos de dignificar nuestra profesión, acabar con la precariedad laboral, dotar de recursos a la Atención Primaria, tanto en investigación como en otras áreas de trabajo, mejorar las condiciones de trabajo con las que dar una asistencia de calidad a los pacientes, incrementar el número de plazas MIR, inversión y planificación suficiente del Sistema Nacional de Salud (SNS) para garantizar una atención sanitaria eficaz, o la equiparación de las retribuciones a otros países de nuestro entorno, entre otras.
Y tras la pandemia, ¿qué cree que debería cambiar en el sistema sanitario?
La planificación y la previsión, sin duda, y por supuesto, la comunicación entre todos los agentes implicados. Es inadmisible que se tomen medidas en Sanidad sin la opinión y consenso de todos los profesionales sanitarios. Ahora que estamos a tiempo, debemos hacer un análisis de lo ocurrido y establecer mecanismos para evitar, si llega el caso, todo lo que ha fallado en la gestión de esta crisis.