Pregunta: Decano, viendo cómo afecta la crisis a los medios en general, y a los de papel en particular, ¿qué cree que supone que un medio como el este llegue a 75 años?
Respuesta: Supone un premio y un reconocimiento tanto a sus trabajadores como a sus lectores. Lanza figura en mis recuerdos personales entre los primeros periódicos que leí en casa, en mi Almagro natal, cuando aún era un niño. Además, sus páginas son una guía privilegiada para hacer un recorrido histórico de la Universidad de Castilla-La Mancha. De hecho, la primera exposición organizada en la entonces naciente Facultad de Periodismo, situada en el campus de Cuenca, fue sobre el vigésimo quinto aniversario de la UCLM y se componía, básicamente, de portadas y recortes de prensa de Lanza.
P: El periódico ha afrontado un proceso de reestructuración muy importante en el que, sin abandonar el papel pero cambiando su periodicidad, se ha hecho una fuerte apuesta por las nuevas tecnologías a través de un digital que permite más lenguajes y el fomento del uso de las redes sociales para estar en contacto directo con el lector. ¿Cree que ese es el camino que se debe seguir?
R: Debo reconocer que no volver a tocar físicamente un periódico al que he visto evolucionar, adaptarse a los cambios políticos, sociales y culturales de la provincia de Ciudad Real y que me ha acompañado en mi vida cotidiana me supuso una cierta sorpresa y no poca desazón. Evidentemente, es un signo de los tiempos. El periodismo está en pleno proceso de transformación digital. No obstante, el formato de papel y el digital deberían poder coexistir. Se dirigen a públicos diferentes.
P: ¿Cuál es su reflexión sobre el momento de la profesión?
R: La profesión de periodista es, por naturaleza, cambiante. Y no es la primera crisis que vive. La historia del periodismo está marcada por los cambios tecnológicos y en los modelos de negocio. La prensa, en concreto, ha sufrido históricamente la competencia de otros medios y, sin embargo, ha sobrevivido. Al igual que el cine no acabó con el teatro, tampoco la radio lo hizo con la prensa escrita, ni la televisión puso fin a la radio, ni las redes sociales pueden hacerlo con la profesión periodística. Aunque cada paso ha supuesto una adaptación, el momento, evidentemente, es delicado. Pero, como ha ocurrido en el pasado, la profesión tenderá a reinventarse. Y más vale que toda la sociedad lo apoye. Sin unos medios libres y capaces de desarrollar en condiciones su trabajo no es posible una sociedad libre. No olvidemos nunca que del futuro del periodismo depende el del sistema democrático.
P: ¿Cuáles cree que son las principales carencias de las que adolece esta profesión para que haya sido una de las más golpeadas por la crisis?
R: La crisis económica (en realidad, es sistémica) ha coincidido con un cambio en el modelo de negocio y ha acentuado sus debilidades. El resultado es una evidente precariedad laboral (algo que no es patrimonio de esta profesión, como es sabido) y el cierre de empresas del ámbito de la comunicación. También lo ha hecho sobre Lanza, que ha tenido que reinventarse. Pero si hay una actividad profesional acostumbrada al cambio permanente y la adaptación es ésta. De ahí la necesidad de una buena formación y una apuesta por la enseñanza de calidad en las facultades de Periodismo de las universidades públicas españolas. No me canso de decir que la formación es el mejor antídoto contra la crisis.
P: ¿Cree que la formación que reciben en la actualidad los periodistas de la comunicación es actualmente la correcta o debería seguir avanzando?
R: La formación académica es la clave de bóveda para asegurar que los profesionales de la comunicación tengan futuro. Por ello, siempre nos debe parecer mejorable y nunca debemos perder el espíritu crítico. La inversión en educación universitaria y en investigación es una de las razones que explican por qué la crisis ha afectado más a los países que más han recortado de manera notable en estos ámbitos que los que han mantenido sus niveles anteriores de inversión pública en I+D+I. Una buena formación es vital. Nuestra Facultad, que dispone de unas instalaciones avanzadas y una plantilla docente que se ha ido construyendo con aportaciones de los mejores y más jóvenes talentos procedentes de diversas universidades, está en una coyuntura decisiva.
Tras haberse consolidado el grado de Periodismo, con cinco promociones salidas ya de nuestras aulas, esta á a punto de ofertarse otro grado (y un doble grado) en Comunicación Audiovisual. Y, en colaboración con los colegas de Humanidades de Cuenca estamos terminando la redacción de la memoria de un máster en Producción y Comunicación Cultural que, si lo aprueba el Consejo de Gobierno de la UCLM y la ANECA lo verifica, como esperamos que ocurra, podría empezar en el curso 2019-20. De modo que con un nuevo grado y un posgrado se podrá completar la oferta formativa ofrecida hasta ahora.
P: Desde su experiencia, ¿cuál es el perfil del periodista en la región?
R: La inmensa mayoría de los periodistas de Castilla-La Mancha son licenciados o graduados en Periodismo, en Ciencias de la Información o en Comunicación Audiovisual. Aunque el intrusismo no ha desaparecido, los profesionales de la comunicación en la Región están muy bien formados. Algunos de ellos lo han hecho en nuestras aulas. Las nuevas generaciones que estamos formando ya en la UCLM pueden aportar en las redacciones una orientación hacia la innovación, aprendizajes que deben combinarse con el saber acumulado de los y las periodistas de la región, que saben ejercer la profesión desde la cercanía y el conocimiento de la vida cotidiana local, provincial y regional. Es importante aunar innovación y experiencia para trabajar conjuntamente en un periodismo que ayude a evitar la despoblación, que permita a los ciudadanos de Castilla La Mancha mirar hacia el futuro y conectarse con el mundo desde el propio territorio, si así lo desean.
P: ¿Y del estudiante de periodismo?
R: Nuestros alumnos tienen orígenes geográficos diversos. En los últimos años, una tercera parte de los mismos proceden de fuera de la Región (especialmente, valencianos, andaluces, extremeños, aragoneses y canarios). Sólo quince de cada cien estudiantes de nuestra Facultad son conquenses. El resto, de las demás provincias de Castilla-La Mancha. Que las procedencias sean tan diversas, que se hablen diversos acentos, enriquece su formación y supone un valor añadido para el campus y para la ciudad de Cuenca, en la que se enclava. Si del origen vamos a la motivación, prácticamente todos son estudiantes de periodismo por vocación.
Si comparamos las nuevas generaciones de universitarios con los del pasado se aprecian dos grandes diferencias. Por un lado, traen un menor bagaje lector, pero, por otro, son nativos digitales. Son el resultado de las transformaciones culturales y de la revolución digital. Desde el primer día los motivamos para que lean y escriban más y mejor. Si alguien pretende ser periodista y no cuida bien su materia prima, la expresión oral y escrita, mal futuro tendrá.
A partir de esa materia prima, el uso de las herramientas digitales adecuadas permite completar la formación requerida. Además de la formación académica están los talleres, seminarios, cursos especializados y prácticas. Desde el primer momento hemos intentado con ellos cubrir las lagunas formativas que observábamos en el plan docente, contando para ello con los profesionales de la comunicación que pudieran aportar un valor añadido.
P: ¿Qué recomendación les daría a esos alumnos para su vida profesional?
R: Son varias las recomendaciones. Por un lado, que no descuiden la formación continua, el dominio de la técnica, el trabajo colaborativo y la adaptación a los nuevos medios y modelos de negocio. Por otro, que aprendan a escuchar y tener siempre presente que el periodismo, se ejerza en el ámbito público o privado, es una profesión de servicio público y el garante del derecho a la información que recoge nuestra Constitución. Por último, no les debe faltar el necesario atrevimiento para emprender nuevas empresas e iniciativas. Si, además, siguen manteniendo el contacto con la Facultad, saldremos beneficiados todos.
P: ¿Y a los ya periodistas en paro?
R: No descuidar la formación ni tener una mirada cortoplacista. Aunque hay que reconocer que es fácil hablar cuando se tiene una nómina más o menos asegurada. Es comprensible la desazón que sienten cuando atraviesan fases sin trabajo. Nuestro interés es no perder la pista de nuestros egresados, conocer su situación y avances profesionales y, cómo no, tomar nota de todo aquello que puede servirnos para serles útiles a futuras promociones.
P: Está surgiendo el denominado “periodismo ciudadano” a través de redes sociales, blogs… ¿Qué le parece?
R: El llamado “periodismo ciudadano” no es tal periodismo, pues éste requiere una formación, destrezas y habilidades para organizar la información. Las redes facilitan la comunicación interpersonal, pero un exceso de información no conduce a un mayor conocimiento. El trabajo de selección y el tratamiento profesional son necesarios para evitar un fenómeno tan dañino como el de las fake news.
R: En Castilla-La Mancha ya hay provincias sin periódicos. ¿Qué opina?
R: Es dramático. Cuenca es una de las provincias que carece de un diario en papel. Mantiene, eso sí, algunos semanarios. Sus únicos diarios son digitales. Esto afecta al ciudadano, por supuesto. El acceso a la prensa digital sigue siendo dificultosa para ciertas capas de población. Tengo la impresión de que la vida municipal y provincial conquense ha cambiado ciertas rutinas y demuestra una mayor arrogancia en las tomas de decisiones porque los políticos se creen liberados del control del “cuarto poder” porque no hay un periódico en la barra del bar leído por numerosos lectores.
También es cierto que la excesiva vinculación de algunos periódicos, en los años anteriores, a la publicidad institucional les supuso una dependencia económica y política incompatible con la deontología profesional. Aunque pueda resultar duro, en algunos casos se puede decir que en el pecado llevaban la penitencia.
P: ¿Cree que la situación de la prensa va a revertirse?
R: Es una pregunta muy complicada de responder. Probablemente otros colegas de la Facultad podrían ser más explícitos al respecto. Mi especialidad es otra. De todos modos, el anterior decano-comisario, Antonio Laguna Platero, lidera un grupo de investigación (MEDIACOM) que ha estudiado el tránsito hacia la digitalización de los periódicos regionales y parece que apunta a que es necesario definir bien el modelo de negocio. La eclosión de medios digitales no ha venido de la mano de una buena planificación y ha sido fruto, en ocasiones, de cierres de redacciones en papel. Pero en otros momentos históricos se han producido otras transiciones. Esta es una más. Saldremos adelante, como siempre.
P: Lanza es un periódico público. ¿Por qué cree que se cuestiona y no ocurre con radios o televisiones públicas?
R: Es una situación un tanto particular. Lanza ha estado siempre vinculado a la Diputación de Ciudad Real y, lógicamente, ha ido evolucionando conforme lo ha hecho la institución provincial. No hay demasiados ejemplos parecidos. Ninguno más en la Región. Pero, efectivamente, si no nos extraña ver cadenas públicas de radio o de televisión, y las consideramos necesarias, no entiendo que quepa criticar por ello a la prensa periódica de carácter público. Es también una garantía de supervivencia si se apuesta más por la calidad y no se expone a la vulnerabilidad que provocan los caprichos del mercado.
De lo que se trata es que sean los profesionales quienes decidan sus contenidos y que todos los grupos políticos controlen posibles abusos para que no sean meros apéndices de los partidos gobernantes en esos momentos. Creo, con sinceridad, que Lanza ha sido el gran diario provincial durante la democracia y su hemeroteca guarda la memoria de lo que ha sido Ciudad Real desde su primer número.
P: ¿Cuál es su mensaje en este 75 aniversario ?
R: Que celebre, al menos, otros 75 más. Y que no deje de cumplir nunca su papel como servicio público.
