Rosario no defraudó en su nueva aparición musical en Ciudad Real. La cantante brilló con su duende en el debut del nuevo pabellón ferial -IFEDI- como sede de grandes conciertos, y puso el broche de oro musical a un fin de semana de actos en la infraestructura para conmemorar los 130 años de vida del Palacio que acoge la sede de la Diputación provincial.
Aunque se hizo de rogar más de media hora en su cita con los ciudarrealeños, en este caso varios miles de fieles, la famosa artista del clan Flores inició la actuación pasadas las 22.15 horas con ‘Te lo digo todo, y no te digo na’, un potente himno que sonó a estallido de fiesta, a cargo de una gran banda (guitarras eléctrica y española, bajo, teclados, percusión, y cajones, además de las dos privilegiadas voces del coro -una jazzística y otra flamenca- y dos bailaores) y un fascinante montaje de sonido y luz.
Con energía y brío, Rosario, ataviada con un traje chaqueta con chaleco en tela de brillos y un sombrero con una flor salió como un vendaval sin escatimar entusiasmo y entrega para invitar al público a seguir el movimiento de sus caderas y a corear y bailar su repertorio, desde el pop, al rock, a la rumba y al flamenco. En todo momento dio las gracias por la alta asistencia de personas a su espectáculo, un chute de energía que contribuye a alimentar, según dijo, la esencia de lo que siempre quiso ser: artista.
Empezó por temas menos conocidos como ‘Mariposas blancas’ y ‘Yo me niego’, este dedicado a las mujeres víctimas de la violencia de género, para seguir con ‘Gloria a ti’, y a continuación una de las rumbas que compuso su padre, Antonio ‘El pescailla’, seguida de ‘De ley’. Aunque, ya sin chaqueta, ni chaleco, Rosario protagonizó unos de los momentos más mágicos – a pesar de una acústica con mucha reverberación- con el mítico ‘Mi gato’, y las intimistas ‘Cómo quieres que te quiera’ y ‘Qué bonito’, esta última dedicada a su recordado hermano, Antonio Flores, fallecido hace 28 años.
Y entre inigualables interpretaciones de taconeos y fraseos de blues por una prodigiosa corista, una de las artistas más reconocidas del panorama musical español volvió a sorprender con un nuevo look, un minivestido del mismo tejido brillante, que no le impidió realizar sus perfomances de baile y canto a través de la vibrante cadencia de ‘Estoy aquí’, la sugerente ‘Te quiero, te quiero’ (de Nino Bravo), y la movida ‘Mía Mama’, para acabar con ‘Los tangos de la abuela’, que popularizó su madre y que dieron muestra de su duende flamenco.
Rosario cerró así un concierto de apenas hora y media pero muy intenso, al que siguió un no menos poderoso bis con ‘No dudaría’, el himno de su hermano que fue interpretado con una misma alma entre escenario y platea, para terminar definitivamente con ‘Queremos marcha’, con un público rendido a la artista que le rindió una cerrada ovación.
Pop rock local
Previamente, como teloneros actuó el grupo ciudarrealeño ‘Les Bastian’, con su estilo de pop rock, que tocó temas tan conocidos como ‘Al abismo” o ‘Callejón’, dedicada a su equipo, además de otros temas para recordar a los alumnos del vocalista en el IES ‘Atenea’ y cerar con “Nadie va a poder contigo’.