Un poco “sorprendido” y “abrumado” de inicio, pero “contento”, “orgulloso” y “muy honrado”. Así se siente Juan Miguel del Real, director general de Cooperativas Agroalimentarias, que este 31 de mayo, Día de Castilla-La Mancha, recibirá el título de Hijo Predilecto de la región. Es uno de los nueve reconocimientos, de los 43 que este año otorga el Gobierno autonómico, que han recaído en personalidades de la provincia de Ciudad Real. El galardón le será entregado en el acto institucional que tendrá lugar hoy en el Auditorio Municipal de Albacete y en el que quiere lanzan un mensaje de optimismo: “El sector agroalimentario de Castilla-La Mancha tiene futuro, hay que seguir trabajando en él”.
Para Del Real, que atesora una trayectoria de 30 años en el sector agroalimentario y de la economía social, no es su primer premio, pero sí “el más especial de todos” y “el más importante” que ha recibido hasta el momento. “No puede haber más orgullo y más alegría que recibir este tipo de distinción”, afirma en entrevista con Lanza. Con todo, después de tres décadas vinculado al mundo rural, “un trabajo que -asegura- muchas veces parece invisible”, se toma el galardón sencillamente como “un reconocimiento que pone en valor una trayectoria profesional”.
Proyecto de vida
Trayectoria profesional que, en su caso, “ha sido un proyecto de vida”. Del Real comenzó en el mundo del cooperativismo agrario en 1995 como responsable jurídico de la antigua Ucaman (Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha), germen de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, de la que pasó a ser subdirector general en 2008 y de la que es director general desde 2018, tras la jubilación de José Luís Rojas, su antecesor y uno de sus referentes en el sector, junto a Gregorio Martín Zarco (que fue presidente del Consejo Rector de la cooperativa y de la Denominación de Origen La Mancha), Alejandro Cañas (en su momento presidente de la Cooperativa Santiago Apóstol de Tomelloso) y Ángel Villafranca (actual presidente de Cooperativas Agroalimentarias).
De todos ellos destaca la generosidad, ayuda, amabilidad, confianza y el aprendizaje. También recuerda “el trabajo codo con codo”, los viajes, el diseño, la planificación y los momentos “de alegrarnos de los éxitos y de llorar nuestros fracasos, que también los ha habido”, porque “en esta vida no todo son éxitos”. También el “sacrificio” personal y profesional “muy importante” que conlleva el mundo agrario “para acompañar, prestar asesoramiento y ayudar a las cooperativas a adaptarse a los nuevos retos”. Algo que, después de estos años, está convencido que se ha alcanzado. “Hemos conseguido logros importantes (…), el cooperativismo ha sabido adaptarse a la nueva era de la digitalización” y también, afirma, “ha sabido crecer comercialmente”.

Un cooperativismo muy potente
De Real asegura que las cooperativas de hoy en día “no se parecen nada a lo que eran hace 30 años”, cuando empezó en el sector de la economía social. “Han avanzado mucho, han ganado mercados, han mejorado mucho en calidad y se han profesionalizado mucho”. En todo este proceso, Cooperativas Agroalimentarias ha tenido mucho que ver, según su director general. “Hemos participado muy activamente desde la organización”, en especial en todo lo relacionado con las estructuras comerciales, dimensionar entidades de segundo grado y en el apoyo a los procesos de fusión e integración. Siempre, señala, “para intentar mejorar la eficiencia de nuestras cooperativas”. Sabedor de que aún “queda mucho por hacer”, Del Real certifica que ha habido un proceso de evolución “muy interesante” que “ha hecho que nuestras cooperativas ahora mismo a nivel nacional sean referencia en muchos sectores” y que “estén tecnológicamente muy bien preparadas para salir al mercado”. En definitiva, subraya, que “ahora mismo podemos presumir de tener un cooperativismo muy potente en Castilla-La Mancha”.
Hasta llegar a este momento, Del Real no se olvida del papel de su equipo, formado por casi 50 personas, un grupo “de verdad muy potente”. Asegura que son “grandísimos profesionales en todas las áreas”, “referencia en muchos sectores” como el del vino, el cereal o el aceite, pero también en tramitación de ayudas, en temas medioambientales, de calidad, jurídicos, laborales… “Yo sin ellos no soy nada”, afirma. Por este motivo el título de Hijo Predilecto se lo toma como un reconocimiento a la trayectoria personal, pero también a toda la organización “que llevo detrás, me acompaña y me da soporte”.
Ejercer lobby
Pese a ello, la labor del director general de Cooperativas Agroalimentarias es diferencial y consiste, sobre todo, en “ejercer lobby”, lo que se traduce en “intentar influir en el diseño de políticas favorables para nuestras cooperativas”, explica. Es un trabajo “de mucha reunión, de mucha relación con las Administraciones para conseguir cosas”. De estas cosas, destaca especialmente haber logrado sacar adelante la mejora en los procesos de dimensión de las cooperativas, respecto a lo cual señala que en la actualidad Castilla-La Mancha “es seguramente la comunidad autónoma con un menú de herramientas más completo para favorecer la integración de cooperativas en grupos comercialmente más fuertes”.
Del Real destaca como uno de los éxitos más significativos en su larga trayectoria de 30 años en el sector de la economía social este proceso de concentración empresarial y las distintas figuras que se han llegado a reconocer, como las entidades asociativas prioritarias de interés regional (EAPIR), las entidades asociativas prioritarias supra-autonómicas o las agrupaciones de productores, así como todos los incentivos y líneas de ayuda logrados a consecuencia de ese proceso de integración. Para el director general, “esto ha supuesto un antes y un después en la estrategia de futuro del cooperativismo”.
Aunque, como apuntaba antes, no todo en una carrera tan dilatada son éxitos. En el otro plato de la balanza hay algunas cosas también. Se refiere a “las situaciones en las que te sientes impotente, porque no puedes ayudar tanto como te gustaría”, a momentos de “frustración” que relaciona, sobre todo, con alguna catástrofe climatológica en la que no se pueden conseguir ayudas suficientes para los damnificados o a crisis económicas y su vinculación con “alguna empresa importante que ha dejado muchos impagos en el mundo cooperativo”.
Por eso señala como una de las labores clave de su posición en la dirección general del cooperativismo castellano-manchego, más allá del trabajo de lobby, influencia, relacional y de coordinación de departamentos, la de “estar muy pendiente y trabajar mucho con las cooperativas para detectar sus necesidades, dónde podemos ayudarles o dónde podemos prestarles algún servicio”.

La agricultura de la región no sería lo que es
En este sentido, destaca la contribución de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha al engranaje del sector primario en la región y asegura que sin este cooperativismo “la agricultura en Castilla-La Mancha no sería lo que es”. Tanto es así que Del Real no puede imaginar el sector primario regional “sin la vertebración y la capacidad de regulación que tiene el cooperativismo” y recuerda que en Castilla-La Mancha existen en la actualidad 530 cooperativas que aglutinan a casi 157.000 socios y socias y que tienen presencia en prácticamente todo el territorio de la región cubriendo “necesidades agrarias, pero también del entorno social donde se ubican”.
El próximo Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha resalta “la seguridad que otorga el cooperativismo a los agricultores”, en la descarga de las producciones pero también en el reparto “de forma justa” del beneficio. “Aquí no hay un propietario que cuando se gana se lo lleva”, porque “cualquier ganancia que se genera en el mercado se reparte entre los agricultores”.
Una voz única
Del Real se muestra también satisfecho de que a nivel organizacional, tanto autonómico como nacional, sólo existe una representación del cooperativismo. “No hay varias organizaciones que compitan entre ellas de unas tendencias o de unas ideologías como ocurre en otros ámbitos”. “Fuimos capaces, -resalta-, de crear una sola estructura”, de manera que “el cooperativismo tiene una voz única y eso es muy importante a la hora de poder concentrar todos los esfuerzos, necesidades y demandas que el sector reclama”. Se trata, según indica, de “una aportación de estabilidad, de vertebración y de unir esfuerzos” para conseguir los retos. Un “elemento diferencial” que acentúa respecto de otros movimientos asociativos y empresariales.
Al igual que la “democracia económica y social”, uno de los principios fundamentales que caracterizan el funcionamiento del cooperativismo y que tiene como base a los socios en la elección de los cargos y en la gestión económica. “Ellos son los que establecen las reglas del juego” y “todo lo que se genera se queda dentro de la propia cooperativa”. Del Real enfatiza que el beneficio no se deslocaliza. “Aquí no hay fondos de inversión que vienen y se llevan los beneficios a final de año”. Todo lo que se genera, insiste, “se queda en la cooperativa y en el medio rural en el que está asentada”. El funcionamiento, explica, es “bajo un régimen de solidaridad mutua, de priorizar el interés general frente a intereses individuales”.
Otro de los aspectos que subraya como diferencial del modelo cooperativo es la “libre adhesión” y el hecho de que el socio que entra lo hace porque “quiere realmente apostar por la empresa cooperativa”, pero sin ninguna obligación de permanencia. “No hay una obligación de estar”, recalca.
Eficiencia en el uso del dinero público
Una características más del cooperativismo, “muy importante”, según subraya, tiene que ver con “lograr la mayor eficiencia del uso del dinero público”. El director general se pone especialmente serio con este tema, directamente relacionado con si las cooperativas tienen o no muchas ayudas. “Diría que no tienen más que otros modelos de empresa”. Incluso, apunta, que menos ya que “un euro de ayuda pública a una cooperativa es una ayuda a mil socios de esa cooperativa, mientras que cuando ese euro se da a una sociedad anónima va para los dueños”. Bajo esta premisa, el directivo argumenta que “cualquier inversión que ayude desde las Administraciones a las cooperativas es una inversión mucho más eficiente que subvencionar proyectos individuales”, por lo que afirma que “en las cooperativas hay una eficiencia en el uso del dinero público”.
Del Real tampoco pasa por alto la contribución de las cooperativas en el desarrollo rural y la fijación de población. “Las cooperativas son la única o la empresa más importante de muchos municipios”. Insiste en que todo el valor que generan se queda en el territorio, pero no sólo es eso, sino todos los “servicios complementarios” que el cooperativismo ofrece al conjunto del entorno social donde se encuentra asentado. Se refiere a las tiendas que ofrecen muchas cooperativas, tiendas de alimentación, y a todo el movimiento que se genera a su alrededor. Pone el ejemplo de ferreterías, suministros, abonos, semillas, postes de gasóleo, lavaderos de coches y las estaciones de servicio de las propias cooperativas que, en muchos pueblos, asegura que son “la única alternativa de suministro de carburantes” existente.
Son servicios que no sólo atienden las necesidades del sector agrario, sino de la comunidad, por lo que no tiene ninguna duda de que las cooperativas son “agentes dinamizadores del medio rural”. También por las actividades y cursos de formación que llevan a cabo en los municipios. “Se está cubriendo un papel muy importante con servicios que si no los diera la cooperativa en esos pueblos no los daría nadie”. “Y todavía podríamos hacer muchas más cosas”. “Se irán haciendo poco a poco”, asegura.
Plan estratégico de desarrollo rural y demográfico
Imbricado con todo esto está el Plan Estratégico de Desarrollo Rural y Demográfico de Cooperativas Agroalimentarias, quizás el elemento más novedoso dentro del actual plan de actuación de la organización que, este mismo mes de mayo, ha sido abordado en la asamblea anual de socios y que fue públicamente presentado a principios de año. Se trata de una estrategia muy entroncada con el problema estructural del relevo generacional, “que es uno de los grandes problemas que tiene nuestro sector”, según indica Del Real, y que presenta varias líneas de actuación.
Entre ellas está intentar seducir a los jóvenes para que se incorporen a la agricultura y que elijan el modelo cooperativo, así como prever la respuesta de mantenimiento de las explotaciones de los socios que no cuentan con relevo y que podría pasar por la creación de “secciones de cultivo en común”, “de explotación en común de tierras”. El objetivo es arbitrar una solución “antes de que esas tierras queden ociosas, abandonadas o la única alternativa sea poner placas solares”. Evitar que esto suceda es “uno de los retos más importantes” que se han planteado en la reciente reunión de socios de este año, junto al tema del agua.

“Sin agua no hay futuro”
El vector común al desarrollo rural, la captación de jóvenes, el relevo generacional y el mantenimiento de la rentabilidad de las explotaciones es el agua. Todo pasa por “el acceso al agua”, porque “sin agua es difícil mantener una agricultura rentable”, “es difícil seducir a los jóvenes para que se dediquen a la agricultura” y “sin agua no hay futuro, no hay agricultura, no podemos producir alimentos”, argumenta Del Real, que aprovecha para recordar que muchos productos agrícolas, como sandías, melones, pimientos, tomates, lechugas o champiñones son en un 95% agua.
Por este motivo considera que “hay que trabajar mucho para eliminar ese relato que algunos se han empeñado en asentar en la sociedad de que la agricultura malgasta el agua”. Un aspecto en el que se muestra categórico: “la agricultura no malgasta, no gasta agua, usa el agua para producir alimentos” y “si queremos tener alimentos accesibles económicamente para los ciudadanos necesitamos solucionar el problema del agua”. Aquí apunta a las Administraciones y las Confederaciones Hidrográficas de cara a la apertura del nuevo período de planificación del reparto y las concesiones de agua advirtiendo de que “tienen que dar una vuelta a las políticas que se han venido desarrollando hasta ahora” para evitar que sigan “penalizando y castigando al sector agrario”.