Dénilson Reyes García, uno de los hermanos de Nancy Paola Reyes, la joven de origen guatemalteco brutalmente asesinada y descuartizada en Santander, pide en nombre de toda su familia que “se haga justicia” y que Carlos Andrés Bustamante, presunto autor y único detenido, pareja de la víctima, “pague todo el daño que ha hecho”.
El joven de 22 años llegó hace casi un año a España junto a su hermano mayor, Jorge Aníbal, de 33 años, en concreto a la provincia de Ciudad Real, en cuya capital residía desde 2018 su hermana, quien era un vínculo imprescindible para sobrellevar los primeros meses de estancia en busca de una oportunidad laboral.
“Nuestra hermana era la única que estaba con nosotros y nos hacía favores”, recuerda el joven, contrariado por el trágico destino que todavía no se cree.
Tenía 28 años, era “luchadora y trabajadora”, y tenía “unos sueños por cumplir, ahora truncados por la tragedia”, lamenta Denilson. La joven, originaria de una región guatemalteca del suroeste, dejó dos hijas de 4 y 7 años al cuidado de su madre, a las que llamaba diariamente, y fue víctima del crimen machista en un piso alquilado de la calle Carlos III, en la capital cántabra, a donde viajó junto a su pareja.
El victimario es un colombiano de 28 años que había conocido hacía solo ocho meses y que tenía antecedentes penales por violencia de género y otros delitos.
Vivían juntos en Ciudad Real, ella trabaja limpiando casas y él, según Reyes, estaba convaleciente de un accidente, y por razones desconocidas decidieron ir a explorar oportunidades laborales a Santander.
Fue el punto final de la vida de la joven, cuya última señal supuestamente voluntaria se registró el 20 de agosto a las 19,07 horas. En ese momento envió un mensaje de texto a su madre “en el que le decía que iba a llamar más tarde”.
No lo hizo, ni tampoco al día siguiente, ni al otro, … Fue una ausencia telefónica insospechada que marcó el inicio de la inquietud y las sospechas más negras de sus familiares. “Mi mamá se preocupó y nos lo dijo, pero pensamos que estaba enferma o que se le había arruinado el móvil”, señala con una foto de su móvil en la mano donde se ve a la pareja feliz, con la joven muy sonriente.
También mira con tristeza otra imagen de Nancy sola en la Plaza Mayor de Ciudad Real, que fue la que utilizaron para publicar su desaparición en las redes.
En los días siguientes, el joven Reyes intentó hablar reiteradamente con su hermana y con Carlos pero no hubo respuesta, hasta que el presunto asesino contactó con él por Facebook y luego por teléfono. Esta conversación fue determinante pues “me dijo llorando que mi hermana estaba desaparecida y que pusiera una denuncia”. “Puro show”, apunta.
El sospechoso fue detenido el día 27 cuando acudió a una comisaria madrileña a denunciar la desaparición de su novia.
Un día antes ocurrió un hecho más alarmante como fue que cuando Dénilson Reyes fue a presentar la denuncia en la comisaría de Policía provincial de Ciudad Real, “me enteré de que había interpuesto otra la madre de Carlos”, una mujer que considera “cómplice”.
Apoyo de la comunidad latinoamericana
Paralelamente, la comunidad latinoamericana de la provincia y Madrid había publicado por las redes la desaparición de Nancy, con imágenes de la joven, de su pareja y el contacto de los hermanos.
Reyes va acompañado de José Ríos, originario de Nicaragua, amigo y conviviente de la casa de donde residen en un pueblo de la provincia, quien acredita los pasos y acontecimientos vividos por los hermanos Reyes desde finales de agosto.
“Nunca nos dijo nada”
Respecto a la relación de la pareja, el joven sostiene que “mi hermana nunca nos dijo que le fuera mal”. Sin embargo recuerda un incidente acontecido en Santander que apunta al calvario que podría estar pasando. Al parecer, cuando la chica hablaba con un tío que vive en Estados Unidos, “Carlos le arrebató el teléfono violentamente por celos”. Pocos minutos después, la propia Nancy le dijo a su familiar “que si le pasaba algo sería culpa de su novio”.
Sus padres no lo saben
El paso más difícil para los hermanos Reyes será comunicar desde España el traumático desenlace de la joven a sus padres y a otros dos hermanos más pequeños que viven en la casa familiar. Será, dice Dénilson, cuando las autoridades policiales y judiciales les certifiquen la identificación de los restos desmembrados como pertenecientes al cuerpo de su hermana.
“Ellos no lo saben y no se puede dar una noticia como ésta por móvil”, reflexiona, a la vez que avanza que han pensado hacerlo con el mayor tiento posible a través de una tía.
El Instituto de Medicina Legal de Santander ha sido el encargado de realizar la autopsia de los restos, que ante el estado de descomposición en que se encontraban han tenido que cotejar con pruebas de ADN. Además está contando con la colaboración del Instituto de Medina Legal de Madrid.
La familia, según el joven Reyes, todavía desconoce el resultado, que se dará a conocer con toda probabilidad en las próximas horas.
Una vez reciban la fatal comunicación, el joven y su hermano quieren repatriar el cuerpo de su hermana a Guatemala. La embajada de Guatemala en España está al corriente de los hechos, señala Reyes.
Condena al crimen machista
La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, lamentó este viernes el presunto crimen machista, que de confirmarse sería la mujer víctima número 34 en España este año y la 1.067 desde el 2003, cuando se iniciaron los recuentos. Quiñones lamentó con rotundidad este tipo de ataques que suponen la “máxima expresión” de la violencia contra la mujer.
Antes de dar paso a la intervención del jefe superior de la Policía Nacional en Cantabria, Héctor Moreno, que ofreció más detalles del trágico asesinato, Quiñones instó a la ciudadanía a denunciar cualquier sospecha de este tipo de violencias. “Es una asignatura pendiente como país”, dijo.
El juzgado de Violencia de Género de Ciudad Real en el que se centralizan las actuaciones (abrió la causa tras las denuncias) lo considera presunto autor de un presunto delito homicidio y otro por violencia en el ámbito familiar.