El Ayuntamiento de Torrenueva ha publicado este lunes un anuncio en el que pide a los vecinos que, hasta nuevo aviso, no beban el agua de la red pública de abastecimiento, procedente del embalse de La Cabezuela, por haberse detectado un ligero exceso de trihalometanos durante el último análisis realizado en el agua distribuida al municipio, dentro del «control sistemático» al que está sometida el agua.
El anuncio precisa que se trata de una medida “preventiva” y “en cumplimiento de lo establecido por la autoridad sanitaria en el Programa de Vigilancia Sanitaria de Castilla-La Mancha”.
Concretamente, se han detectado en el análisis 119 microgramos de trihalometanos por litro de agua cuando el máximo nivel legal es de 100 microgramos, lo que obliga a calificarla como “no apta para el consumo”, aunque el Ayuntamiento recuerda que el agua puede ser utilizada para “otros usos que no supongan su ingestión, como lavar ropa o la higiene personal”.
Los trihalometanos se originan durante el proceso de desinfección del agua por combinación del cloro con la materia orgánica natural.
Asimismo, el Ayuntamimento informa de que la empresa Emaser “está estudiando diferentes medidas para solventar la situación en el menor plazo de tiempo posible”.
Precisamente, fuentes de Emaser han informado a Lanza de que “se está haciendo un seguimiento con nuevas analíticas en coordinación con la autoridad sanitaria” y también se estudian “diferentes actuaciones en las instalaciones para subsanar este problema”.
También en Castellar de Santiago
Estas fuentes han explicado que el problema de los trihalometanos ha afectado exclusivamente a Torrenueva y a Castellar de Santiago, si bien las analíticas realizadas en esta última localidad han dado hoy como resultado un nivel de 71 microgramos por litro, por lo que este agua ya es apta para el consumo.
“Como el agua que abastece a ambos municipios procede del mismo tratamiento, la previsión es que el valor de trihalometanos en Torrenueva haya descendido igualmente”, extremo que “se irá confirmando en los próximos días mediante nuevos controles analíticos”, señalan las fuentes consultadas.
En todo caso, las fuentes citadas precisan que la legislación nacional establece el nivel máximo de 100 microgramos, aunque “la Organización Mundial de la Salud en sus guías sobre la calidad de agua de consumo humano establece un valor paramétrico de hasta 300 microgramos por litro”.