Los actos en honor a la Virgen de la Cabeza en Daimiel comenzaron el domingo al mediodía con una eucaristía en la Parroquia de Santa María la Mayor, donde destacaron a los hermanos fundadores, Vicenta Hernández y Jesús Trujillo, bajo las melodías del coro romero.
Por la tarde, sobre las ocho, salió la procesión de la misma parroquia, hasta llegar a la Plaza de España y dar la vuelta para bajar por la calle Mínimas. Fue en este punto del recorrido donde se vivió uno de los momentos novedosos, ya que por primera vez el paso de la Virgen se bailó frente al Convento de las Monjas Mínimas.
En concreto, fue a la altura del mural cerámico de la Virgen de las Cruces, en la fachada lateral del convento. En ese punto, los estandartes realizaron una reverencia y la Banda Municipal de Música interpretó la marcha de ‘La morenita’.
De vuelta a la iglesia de Santa María, la talla volvió a moverse al ritmo de la banda, además de entonar su himno, el cual acompañaron con cánticos todos los fieles allí congregados. El cuerpo de la procesión lo completaron un pequeño grupo de niñas vestidas con el traje tradicional manchego; varios niños vestidos de primera comunión, un numeroso conjunto de mujeres y niñas ataviadas con traje de flamenca, los hermanos mayores Joaquín Garzás, Manuela Colado y Francisca Hernández, y varios representantes de otras hermandades y cofradías.
Procesión sacramental
También durante la tarde del domingo, se celebró en la Parroquia de San Pedro Apóstol la adhesión de la Hermandad Esclavos 32 a la Hermandad del Santísimo Cristo del Consuelo. Para ello, procesionaron con la Custodia por el interior de la iglesia.