A. de la Beldad
El Robledo
Los vecinos de El Robledo, en la provincia de Ciudad Real, dijeron adiós al año 2016 zambulliéndose el sábado en las heladas aguas del río Bullaque.
Casi medio centenar de osados bañistas desafiaron las adversas condiciones meteorológicas provocadas por la masa de aíre frío que afecta a la península, y que ha dejado una escasa temperatura ambiental de -1ºC a la hora del baño, para darse un baño de infarto pocas horas antes de acabar 2016.
Lo han hecho para continuar con la tradición que iniciaron en 1995, cuando se bañaron por primera vez para celebrar que el cauce de este río, que había quedado seco tras la importante sequía de los años 90, volvía a llevar agua.
El baño en el río Bullaque el día de San Silvestre se ha convertido desde entonces en un evento festivo que un año más ha querido mantener su carácter reivindicativo al exigir a las distintas administraciones públicas que apuesten por la conservación y protección como espacio natural.
El río Bullaque, considerado Lugar de Interés Comunitario e incluido en la Red Natura 2000 y en la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha y que forma parte también el Parque Nacional de Cabañeros, es una de las principales señas de identidad de los vecinos de esta comarca que ancestralmente han estado ligados a su cauce.
El baño en las aguas de este río se ha convertido también en estas dos décadas una gran fiesta popular que reúne a numerosos curiosos que acuden a mirar cómo los más osados remojan sus cuerpos en las heladas agua del río.
Este año no han vuelto a faltar a la cita los más jóvenes del municipio que a bordo de tres barcas elaboradas manualmente han navegado parte del río hasta que alcanzar la zona de baño, donde han terminado lanzándose al agua.
La alcaldesa de El Robledo, Elena Tamurejo, ha reconocido que el día había amanecía especialmente frío, «probablemente ha sido el día más frío del año, con -1 grados de temperatura ambiente y con el agua a una temperatura de unos 4 grados».
De los 21 años que se viene realizando este baño, ha dicho, «es probablemente el año que ha hecho más frío», algo que «no ha hecho desistir a quienes pensaban bañarse».