El salón de los espejos del Casino de Tomelloso ha acogido este sábado la presentación del libro “El Mundo era un hermoso espejismo” de Dionisio Cañas. Un acto literario de primer nivel que ha contado con la participación de Pedro J. Benito Peinado, presidente del centro cultural; Nazareth Rodrigo, concejala de Cultura, y Héctor Hernández Montecinos, poeta y profesor de la Universidad Católica de Santiago de Chile que ha sido el encargado de hilar el maravilloso relato de esta antología de la obra del poeta tomellosero.
Numerosos amigos, familiares del escritor y amantes de la literatura y la cultura han asistido a un acto que Nazareth Rodrigo ha calificado de “verdadero regalo, mientras que Pedro José Benito ha agradecido “la confianza que ha depositado en el Casino de Tomelloso para albergar esta presentación de un libro muy profundo y honesto. A Dionisio lo conozco desde hace tiempo y a Héctor no lo conocía, pero debo decir que ha hecho un trabajo con muchísimo cariño a la obra de Dionisio, reflejando la esencia de todo lo que ha hecho en estos años”.
“Para mí es muy emocionante estar acá en Tomelloso del que se habla mucho en libro. Tengo la sensación de estar dentro de la obra y no fuera. Dionisio ha sido un gran anfitrión, me ha llevado a lugares fascinantes. A veces la literatura, la obra y la vida se unen y son la misma cosa y un poco de esto me ha pasado estos días”, ha empezado diciendo Héctor Hernández, editor, prologuista y autor de la selección de trabajos que aparecen en el libro.
Hernández, con ese pausado y amable castellano que hablan los chilenos, ha ido desgranando algunas claves de un libro que “refleja una poética que va mucho más allá de los poemas y lo son también sus entrevistas, artículos, mensajes, su trabajo con medios audiovisuales, su activismo, sus aportaciones en la revista Estrujenbank…
Es un intento de mostrar la esencia de un trabajo de 50 años, que no solo es importante por la estética o lo literario, sino también por lo que ha hecho Dionisio Cañas en Tomelloso, pasando por el mundo y regresando a Tomelloso. Lo he hecho con absoluto cariño y admiración y viene a ser la comprobación de que Dionisio existe”.
Se ha referido al proceso de búsqueda de un poeta cuya primera referencia fue un libro sobre tecnología y literatura en el que se preguntaba sobre si un robot o una maquina podría escribir poemas de amor “una pregunta de lo más interesante que me hizo indagar en su trayectoria. Algunos me dijeron que Dionisio Cañas está muerto, otros que todavía seguía viviendo en Nueva York y alguno me dijo que ya no escribía poesía”. Aunque todas las pistas de su búsqueda jugaban en contra, fue en Granada donde el poeta Jaime Siles le proporcionó un correo de contacto y Dionisio contestó, con lo que pude constatar que no estaba muerto y que seguía escribiendo”.
Dionisio Cañas, “un poeta urgente”
Los dos poetas mantuvieron largas conversaciones “y apareció una sintonía que despertó todavía más mi inquietud y ganas de conocer a Dionisio Cañas, que al día de hoy me parece un poeta urgente, alguien que contempla y está inserto en el mundo en que vive, pudiéndolo convertir en una obra, una poesía o un ensayo. La poética de Dionisio refleja lo que pasa en el mundo”.
Uno de los rasgos que más ha subrayado de su obra “es su talante dialogante con lo otro, lo que hace que sea un poeta necesario y urgente, capaz de entender los cariños, las pasiones, los afectos y las dudas de ese otro o esa otra, estando siempre presente ese amor y esa esperanza”.
“Héctor me ha resucitado como a Lázaro” ha señalado un agradecido Dionisio Cañas. “Héctor es uno de los poetas más importantes de Latinoamérica en estos momentos. Lo que ha hecho no es una antología al uso, es su propio relato en el que cada capítulo es una puerta que se abre a múltiples posibilidades. El libro es tan suyo como mío”.
El poeta ha confesado la ilusión que le provoca que el libro se presente en su Tomelloso natal y ha lamentado que el mundo literario se haya convertido en una especie de mercancía, “un libro puede ser el más vendido o el más olvidado, en mi caso, ánimo a que la gente lo lea, porque está hecho con amor a la humanidad y abre muchos puentes a la imaginación, un libro de una agilidad sorprendente”.
Al final, ha destacado el dinamismo cultural que se quiere imprimir en la nueva etapa del Casino de Tomelloso que hoy inauguraba su nueva taberna. Héctor ha animado a Cañas a que leyera algunos poemas, preludio del vino que todos los asistentes han compartido después en una maravillosa velada literaria.