Ecologistas en Acción (EA) pedirá en la reunión del Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel que este órgano apoye sus alegaciones al Plan Hidrológico del Guadiana, en las que solicita la opción cero de riego en el Alto Guadiana hasta que los acuíferos dejen de estar sobreexplotados.
Los ecologistas buscarán en el seno del patronato de Las Tablas de Daimiel que se celebrará este próximo martes, el apoyo de la mayor parte de los integrantes del patronato a sus alegaciones, han señalado fuentes de esta organización.
Consideran que el Plan Hidrológico de Demarcación sea, probablemente, la última oportunidad, después del «fraude» del Plan de Compensación de Rentas y del Plan Especial del Alto Guadiana, para resucitar un río «muerto» y recuperar uno de los patrimonios más singulares de la Península Ibérica, las Tablas de Daimiel, los humedales manchegos y los acuíferos de la cuenca alta del Guadiana.
Los ecologistas entienden que, en una situación óptima, el recurso agua disponible en los acuíferos, que debe ser una parte del excedente, puede gestionarse en tanto no descienda el nivel freático por debajo de la cota excedentaria de las reservas de agua.
El descenso del nivel de los acuíferos, en su opinión, «supone de facto la desaparición del recurso disponible y con ello de la posibilidad de usar los volúmenes de reserva».
Para esta organización, «desde hace cuarenta años se viene poniendo a disposición de la agricultura un recurso que no es renovable lo que se ha traducido en un expolio de una reserva de agua que, además, ha sido contaminada por los mismos factores y agentes que la esquilman».
En este contexto, las alegaciones que presentará EA tienen como base el ataque a la tubería manchega y la compra de derechos de agua: «Nos mostramos contrarios a la tubería desde el Tajo debido a la inexistencia de excedentes en la cabecera del Tajo y a los costes inviables de mantenimiento y de servicio de la misma, a lo que se suma que supondría una consolidación del trasvase Tajo Segura frente a su obligado desmantelamiento».
Además, la tubería manchega «desconectaría a las poblaciones de la cuenca alta del río Guadiana del interés que deberían tener por conservar en buen estado ecológico sus acuíferos».
En cuanto a la estrategia de compra de derechos de agua, para los ecologistas es «contraria a derecho y debe considerarse como un claro caso de malversación de fondos públicos».
Para EA la solución es apostar por la «Opción cero de riego» y con ello suspender cautelarmente todas las extracciones que no sean prioritarias, con el propósito de acercarse a las demandas de la Directiva Marco de Aguas que serán exigidas a España en el plazo de cinco años.
En consecuencia, para los ecologistas una gestión sostenible del Alto Guadiana debe pasar por un régimen de explotación que suspenda la política de regadíos hasta que no se alcance el punto que nos permita diseñar un modelo racional de su gestión.
Además, puesto que las competencias de agricultura están transferidas a las comunidades autónomas y es «previsible» que éstas no cooperen con la medida, Ecologistas en Acción pedirá al Estado que asuma esta responsabilidad, aplicando incuso, si fuera necesario, el artículo 155 de la Constitución Española.
