Ademas, EA critica que el museo vaya a instalarse en un edificio público «de los mejores de la provincia, para un uso que debería ser destinado a fines realmente útiles a la sociedad».
EA también rechaza los argumentos esgrimidos para crear el museo: el gran apoyo social que la actividad cinegética tiene en Castilla-La Mancha y la riqueza económica que generará.
«En cuanto a dicho apoyo social, nos limitaremos a recordar que el número de cazadores en España es cada vez menor, un 30% menos de licencias desde 2005, dato que habla por sí sólo de la falta de apoyo que la mayor parte de la población tiene por esta actividad. De hecho, el número de cazadores disminuye a tal ritmo en Castilla la Mancha que el gobierno autonómico regala las licencias de caza», dice la nota de prensa.
En cuanto a los «supuestos beneficios económicos que el museo generará a toda la provincia», a juicio de EA señala que «hay necesidades mucho más prioritarias: estamos en una provincia donde una enorme proporción de los jóvenes, cualificados o no, se ven obligados a buscar trabajo en otras comunidades autónomas; donde los pueblos mantienen un preocupante saldo poblacional negativo; donde mucha gente de esos pueblos no puede acudir a los hospitales porque no se subvenciona el transporte público (para esto aducirían limitaciones económicas); donde, en definitiva, la mayor parte de la población dice abiertamente que en sus pueblos no hay futuro y que entienden que ningún joven haga el esfuerzo por quedarse».
«Ayudaría mucho a paliar estos problemas el millón y medio de euros que se van a gastar en un museo que para la mayor parte de la población será motivo de vergüenza», aseguran los ecologistas.