Luis Burillo, el ecotoxicólogo forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia que ha emitido el informe central del caso de los vertidos de Argamasilla de Calatrava, ha sido contundente en el juicio por presunto delito medioambiental: “El río Tirteafuera en Argamasilla es en realidad un colector de aguas residuales a cielo abierto”.
El perito, que inspeccionó en 2018 las instalaciones del filtro verde que hace las veces de depuradora, los puntos de vertido y la red de colectores de municipio, auxiliado por el Seprona, concluye que Argamasilla “carece de un sistema de depuración eficaz”, y que “las aguas residuales brutas se vierten sin control al río”.
Burillo, que ha defendido su informe este jueves en la Audiencia Provincial que juzga a la alcaldesa Jacinta Monroy y a dos concejales por delito medioambiental, asegura que el vertido ha provocado daños sustanciales en la calidad de las aguas superficiales y subterráneas, y a preguntas de las acusaciones ha detallado las posibilidades de mejora, en tanto no se construye la depuradora (esté mes entrará en fase de pruebas).
Ha recomendado construir una tubería que trabaje con los dos sectores de recogida de aguas residuales, así como un tanque de lluvias para las avenidas en caso de precipitaciones abundantes (el día de su inspección había llovido).
El filtro necesita “un mantenimiento diario”
Considera que un “filtro vivo” como el de Argamasilla, que absorbe las aguas fecales de una población de casi 6.000 habitantes y un polígono industrial, “requiere de un mantenimiento diario. Yo sustituiría las especies vegetales que tiene, que no son las más eficaces para absorber los nutrientes, y controlaría tanto la cantidad como la composición del agua que se aporta al caudal. Eso no supone un gasto muy oneroso”.
El “filtro vivo” está obsoleto
Otras medida según este experto, que reconoce que el filtro se construyó en 1986 “y se ha quedado obsoleto para las características de una población como esta”, sería remover el terreno del filtro y hacer tratamientos fitosanitarios como aplicar insecticidas para las plagas. “Desde luego los pinos no son la mejor especie para filtrar el agua residual”.
Verter a un río seco, peor
El experto en los efectos de los contaminantes en los ecosistemas ha manifestado también que el cauce se podría haber limpiado, y que el Tirteafuera sea un río seco buena parte del año “como el 90% de los de la cuenca mediterránea”, no solo no aminora el riesgo por daños en la biodiversidad, sino que “empeora las consecuencias del vertido”.
Burillo, que visitó el filtro el 19 de septiembre de 2018 con informes toxicológicos que indicaban “una alta carga de agua bruta sin depurar”, ha descrito que las instalaciones de tuberías y colectores carecían de elementos para filtrar mejor las aguas, y solo disponían de desbastadores para retirar algo de materia orgánica.
El filtro no funcionaba el día de la inspección
En cuanto a lo que llama “filtro vivo” dice que en el momento de la inspección no estaba en funcionamiento y que tanto en la estación de bombeo 1 como 2 había vertidos directos de aguas residuales al río. “En la segunda estación de bombeo las bombas nos dijeron que estaban estropeadas ese día, vimos claramente que el propio cauce es incapaz de hacer frente a un tipo de aguas residuales como estas”.
Respecto a qué cantidad de agua entraba al filtro en sí, en el que está autorizado el punto de vertido por la CHG, ha señalado que la única regulación de caudal era el aljibe al que llegan las aguas de los colectores, “no había elementos ni físicos ni electrónicos para medir el volumen de agua y actuar según la época del año pueda llegar”.
Lo que no ha asegurado el ecotoxicólogo forense, como sostiene la acusación particular, es que la contaminación fecal detectada en algunos pozos de aguas subterráneas en el cauce del río Tirteafuera se pueda atribuir en exclusiva a las aguas residuales.
Contaminación en las 5 muestras del Seprona
Por otra parte, los facultativos del Instituto de Toxicología que examinaros la muestras recogidas por el Seprona en cinco puntos de la red de saneamiento y depuración de Argamasilla han declarado que encontraron contaminación con carga fecal en todas las muestras, incluidas las del filtro verde, compatibles con “aguas urbanas poco o sin depurar”.
Todos los parámetros analizados por estos peritos, según han declarado, indican que el río Tirteafuera está afectado y han aclarado a preguntas de las acusaciones que sí un filtro verde tiene un mantenimiento adecuado no tiene porqué verter aguas contaminantes, “eso sucede cuando el filtro está sobrepasado, no puede filtrar la cantidad de aguas residuales que recibe”.
También ha intervenido como perito de la Delegación de Sanidad de la Junta Felicia Torres, que ha ilustrado al tribunal sobre los efectos perniciosos para la salud “por ingestión o absorción de la piel de las aguas sin depurar o mal depuradas”. Inspectores de Sanidad también visitaron al zona de vertido del filtro verde de Argamasilla, “me dijeron que el río está seco y que en el cauce cerca del filtro verde había una charca con mosquitos de la que salía un olor desagradable”.
El daño a la salud en Pilar López
La acusación particular en representación de Pilar López, con una vivienda próxima al filtro verde en El Juncal, ha llevado al forense de Puertollano Lucas Saturio para avalar que la afección en su salud que padece la denunciante, como consecuencia de una bacteria intestinal, está relacionada con la ingesta de agua contaminada. De contrario el doctor Ángel Millán, propuesto por la defensa de la alcaldesa, ha afirmado que no se puede concluir que en este caso exista esa relación, puesto que esa bacteria, frecuente en el intestino humano y que se elimina por las heces, estaría en más personas de su núcleo de convivencia.
El juicio se reanudará el próximo lunes
El juicio en el que se piden elevadas penas de prisión (de entre 3 años y medio y 6 de cárcel) para la alcaldesa de Argamasilla de Calatrava Jacinta Monroy, el actual concejal de Medio Ambiente Jesús Manuel Ruiz y su antecesor en el cargo Antonio Gil continuará el próximo lunes, con testigos de las defensas que no pudieron declarar el miércoles por falta de tiempo.
Es la primera vez que se juzga a responsables políticos municipales en la Audiencia Provincial de Ciudad Real por la gestión de las aguas residuales de una localidad. De ser declarados culpables se sentaría un precedente provincial y el Ayuntamiento respondería como responsable civil subsidiario.