Fernando S.R., un joven de 28 años de Valdepeñas acusado de haber lesionado gravemente en un ojo a otro con el que tuvo “una palabras” en la discoteca Bunker de la localidad, ha cambiado su versión en el juicio en el que se enfrenta a nueve años de cárcel. De la negación total ha pasado el reconocimiento ante la Audiencia Provincial del hecho principal: “Le tiré un vaso pero no para lesionarle, sino por instinto de supervivencia”, ha declarado.
El acusado, que coincidió con la víctima Cecilio R.M. de casualidad, la madrugada del 2 de septiembre de 2016, en las Fiestas del Vino de Valdepeñas de ese año, ha testificado que él no agredió a nadie, sino que se defendió, y que fue Cecilio el que provocó la “pelea”.
Le lanzó el vaso “sin pensar”
En su versión exculpatoria cuenta que él estaba allí disfrutando de la noche y fue Cecilio el que le pidió salir fuera “a hablar”. “Me preguntó si me había acostado con su novia estando con él” (al parecer el acusado había salido antes con una exnovia de la víctima). Mientras él le decía “no, no”, supuestamente el otro empezó a pegarle, cayó al suelo y desde esa posición le lanzó un vaso que le dio de a Cecilio en la cara y el ojo izquierdo. Lo hizo “sin pensar”, ha insistido, “porque me vi acorralado”.
Se lo estampó en la cara
Cecilio R.M., que sufrió desprendimiento de retina y tras varias operaciones ha conservado el ojo izquierdo, pero solo con un 10% de visión, cuenta lo contrario. Que fue Fernando el que le pidió salir fuera de la disco “para hablar”, sobre las 4.30 de la madrugada, y que accedió porque lo conocía “estuvo con una expareja mía”.
Salieron juntos y a la altura de los servicios, un poco aparte de todo el barullo, se supone que Fernando empezó “a vocear”, le pedía explicaciones porque supuestamente estaba malmetiendo contra él a la chica o algo parecido. “Yo hablé poco, unos minutos, los suficientes para dejar el vaso en el suelo y ponerme frente a frente”, “se me estaba acercando mucho y en actitud muy agresiva”, ha agregado. En ese momento se supone que el investigado cogió el vaso y se lo estampó en la cara a la víctima con el gravísimo resultado descrito.
Al grito de “pelea, pelea” acudieron los amigos con los que estaba y uno de los porteros que intentaron cortar la hemorragia. Desde allí se lo llevaron al hospital en coche particular.
El juicio seguirá en marzo: falta un testigo
Las partes solo cuentan con dos testigos supuestamente directos del encontronazo y uno de ellos, el propuesto por la defensa, no ha acudido al juicio, por lo que se ha suspendido hasta el próximo 6 de marzo.
El único testigo que sí ha declarado, amigo de la víctima, asegura que vio lo que pasó cuando salía a la calle para fumar. “Los dos estaban de pie, como hablando, hasta que Fernando cogió un vaso y golpeó a Cecilio en la cara”, sostiene.
Pérdida de un órgano principal
Los forenses por su parte han acreditado las graves lesiones de Cecilio, que aunque puede seguir trabajando (es auditor de cuentas) le ha quedado como secuela la pérdida de agudeza visual en el ojo izquierdo del 90% y un perjuicio estético ligero.
“Una fuerza notable”
Afirman que las lesiones se hicieron empleando “una fuerza notable”, que son compatibles con un instrumento de vidrio y que se pudieron producir tanto por lanzamiento, con el objeto suelto en el aire, como por golpeo directo.
9 años y 123.000 euros
Cecilio R.M., que ejerce la acusación particular en el caso, reclama una indemnización de 123.000 euros y 9 años de cárcel por un delito de lesiones del artículo 149.1 del Código Penal, aplicable “al que causara a otro, por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal”. La misma calificación de la fiscalía que rebaja la indemnización a unos 88.404 euros por los días de curación, secuelas y gastos médicos.