El presidente de la Asociación Manchega “Amigos del Ferrocarril”, Juan Carlos López Peco, junto a otros dos miembros de ésta fueron testigos de la salida de las últimas piezas ferroviarias que quedaban a media mañana de este jueves en el edificio de la estación “Nueva” de Ciudad Real desde donde partió el transporte a la Escuela de Caminos -en el campus- de esos enseres destinados a formar parte del Museo del Ferrocarril de Ciudad Real, según contemplaba el acuerdo de cesión al Ayuntamiento, firmado en 1992 entre el alcalde, Lorenzo Selas y la empresa Adif.
Hace 50 años
Este convenio, firmado por 50 años y por un importe simbólico de 12.000 pesetas anuales, comprometía a Ciudad Real a poner en marcha el mencionado museo y llevar a cabo las acciones oportunas para fomentar la formación y el desarrollo en la capital. Sin embargo, Adif quiere hoy recuperar la propiedad del edificio al estimar que no se ha rematado el proyecto en todos estos años y el edificio está abandonado.
“Adiós a veintitantos años del Museo del Ferrocarril”, exclamó uno de los miembros de la Asociación cuando los operarios municipales cargaban los últimos enseres que quedaban –una báscula, la presa y la pesada caja fuerte-. “Lo hemos pasado bien estos años restaurando las piezas”, aclaró mientras el presidente, Juan Carlos López, reconocía a este digital la tristeza que suponía que no se haya podido materializar el proyecto del Museo del Ferrocarril. “Ahora nos dedicaremos a otras cosas”, señaló a este digital, presente durante los últimos momentos del desalojo.
Este jueves, por tanto, concluyó el traslado de la segunda parte de las piezas a la nueva ubicación en el campus universitario ya que la Escuela de Caminos acoge esta parte del patrimonio ciudarrealeño, gracias a las gestiones realizadas por la asociación con la finalidad de que se quedara en Ciudad Real y a la sensibilidad demostrada por la Universidad de Castilla-La Mancha, institución que guardará, mantendrá y expondrá las piezas para que puedan ser visitadas, además de darles el oportuno uso docente, según adelantó la directora de Caminos a este digital hace unos días. El traslado, no obstante, comenzó el día anterior con el transporte al Museo Madrid-Delicias de una parte de esas piezas que se guardaban en la estación de Ciudad Real.
Piezas de la asociación y del Museo de Madrid
La propiedad del material que ha recibido la Escuela de Caminos es tanto del Museo Madrid-Delicias –la mayor parte- con quien se firmó un acuerdo de cesión y mantenimiento como de la propia asociación, cuyo documento de cesión ha sido rubricado este jueves.
Concretamente, las piezas que pertenecen a la asociación son un letrero de porcelana blanca con el esquema del puesto B de la estación de Alcázar de San Juan; un cuadro de cerradura bouré con sus letreros internos; una señal de silbar con letrero de obreros; mono bajo de dos luces; dos cerrojos “bouré” de cambios y varios cupones de carriles.
De su lado, las del Museo del Ferrocarril de Madrid Delicias son una bomba de agua de cobre, hierro y madera; una báscula; el enclavamiento de concentración de palancas ferroviario, desmotado por piezas; una caja fuerte ferroviaria; un semáforo de estación; empuja-vagones; placa de altitud de la estación de Las Infantas (cerca de Aranjuez); prensa metálica con su soporte de madera y una caja que contiene la maqueta del tramo Puertollano-Córdoba de la línea AVE Madrid-Sevilla.
Este viernes, entrega de llaves
Concluido el desalojo, la Asociación Manchega de Amigos del Ferrocarril tiene previsto entregar este viernes al Ayuntamiento las llaves de la estación del parque que, en su día, les facilitó el alcalde Francisco Gil-Ortega. La concejala de Participación y ya ex portavoz del equipo de Gobierno, Sara Susana Martínez, será la encargada de recibirlas de manos del presidente de la asociación quien ha sido la persona que ha llevado el peso de la negociación del desalojo del edificio a varias bandas, así como las gestiones oportunas para que el patrimonio ferroviario ciudarrealeño quede a buen recaudo, como así ha sido. La labor de López Peco y su asociación ha sido capital y eficaz en todo este proceso y ha facilitado este complejo desalojo de unas instalaciones que estaban destinadas a albergar ese museo ferroviario que ya es historia.
A partir de ahora, serán el Ayuntamiento de Ciudad Real y Adif los encargados de negociar la reversión de un edificio del año 1880, catalogado como “bien protegido” por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y situado en un enclave singular de la ciudad, como es el parque de Gasset.
