El aeropuerto de Ciudad Real, que gestiona Ciudad Real International Airport SL (CRIA), sigue abierto y continúa prestando sus servicios con normalidad desde que se decretó el estado de alarma.
Así lo ha confirmado a este digital Rafael Gómez Arribas, presidente de CRIA, quien ha explicado que las instalaciones ya han recibido algunas aeronaves ante la drástica reducción del tráfico aéreo por la crisis sanitaria, así como están en disposición de atender otras contingencias y demandas de compañías, tanto nacionales como internacionales.
CRIA lleva varias semanas realizando obras de ampliación de la plataforma y de habilitación de hangares a cielo abierto, con el fin de disponer de más plazas de aparcamiento de larga estancia y para el servicio de mantenimiento, una de las principales líneas de negocio de su plan de gestión.
El desarrollo de la rampa, ha explicado Gómez Arribas, tenía como objetivo adelantarse y “aprovechar” la temporada baja de aviación del hemisferio norte (entre octubre y febrero), para “atender las necesidades de reparación y pintado de la flota”.
Por ello, la llegada de la pandemia ha trastocado los planes para culminar el centenar de plazas previstas en la plataforma del aeródromo ciudarreleño, aunque está plenamente dispuesto a atender la peticiones de las aerolíneas que requieran sitio donde estacionar los aviones que se han quedado sin actividad de manera temporal.
El complejo, ha recordado, también cuenta espacio de aparcamiento en la zona de tierra, en concreto con una capacidad para acoger 500 aviones de pasillo doble (wide body) o 1.000 de pasillo estrecho (narrow body).
Gómez ha mostrado su temor a que el coronavirus pueda convertirse en un inconveniente a la hora de desarrollar el principal plan de negocio en el tiempo que habían previsto, justo “cuando íbamos a empezar el tráfico de carga” y el desarrollo de las obras en la plataforma para comercializar su espacio.
“Teníamos la obra programada sin pensar que iba a venir esta crisis y que iban a dejar de volar los aviones”, situación que, en opinión de Gomez, podría llevar a su paralización “para no interrumpir el tráfico aéreo”.
Así, el Covid-19 “no será una suerte para nosotros, todo lo contrario”, a tenor de las previsiones de recesión para toda la economía nacional.
Por ahora “están empezando a venir” aeronaves, que llegan esterilizadas, principalmente chárter de aerolíneas españolas, si bien “estamos abiertos, preparados, y con espacio para quien quiera venir”, ha ofrecido Gómez, a la vez que ha valorado sus imbatibles tarifas, “las más baratas del mercado”.
Las flotas, según ha explicado, “están acoplándose” a un escenario cambiante “que no ha terminado”, pues tras el parón de los vuelos regulares “continúan las operaciones de repatriación”.
El dirigente aeroportuario ha reconocido que el tráfico en el aeropuerto ciudarrealeño, recuperado el pasado septiembre, “ha aumentado” desde ese mes, al haber registrado más actividad de vuelos de mercancías y aeronaves para el desguace, a la que se ha sumado una “muy buena” temporada de caza.
“Nuestra obligación es dar actividad” a un aeropuerto que fue concebido desde sus inicios, hace más de 20 años, para dar cobertura al tráfico comercial de pasajeros, muy alejado de la nueva estrategia de CRIA, con más necesidades de infraestructuras. “No estaba preparado” para la explotación de las nuevas vías de negocio que esta compañía ha empezado a industrializar, más relacionadas con el mantenimiento de aeronaves, la logística, o la aviación privada. Así, “vamos poco a poco construyendo instalaciones para nuestra planificación como el nuevo hangar”.