La agricultura, la ganadería y el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha representan uno de los ejes económicos más potentes de la región. En conjunto, copan más del 145 del PIB y su industria ha incrementado un 2,7% la facturación en las exportaciones en los diez primeros meses de 2018, alcanzando el 35% del total de esta cartera en la comunidad, con una facturación de 2.112 millones de euros.
A nivel social es la principal herramienta contra el despoblamiento y supone una alternativa laboral para los jóvenes y las mujeres.
De esta manera, 2019 ha llegado con un conjunto de tareas que, según las organizaciones profesionales agrarias (OPAS) serán los retos por los que lucharán en los próximos doce meses.
Las políticas hidráulicas, el regadío sostenible, precios dignos para compensar los costes de producción, una PAC sin recortes y unos contratos justos en la cadena alimentaria son los principales cinco desafíos a los que se enfrenta el campo castellano-manchego en el nuevo año.

ASAJA: por la agricultura competitiva
Para el secretario provincial de ASAJA, Florencio Rodríguez, las necesidades prioritarias del sector son la apuesta por la creación o consolidación de las organizaciones comerciales, a la hora de garantizar unos precios justos de los alimentos en origen, el impulso de unas infraestructuras hidráulicas que avalen una agricultura competitiva y eficiente, y la ampliación de las ayudas a la modernización en los planes de mejora de las explotaciones agrícolas.
En el ámbito vitivinícola, con una gran producción en la última campaña, Rodríguez insta a implementar un Plan Estratégico a nivel nacional, de cara al comercio exterior, con el fin de organizar un sector muy tecnologizado y con elaboraciones “de gran calidad”.
“Hay que producir sabiendo a qué destino va a ir la uva, no es lo mismo para mosto, que para vinos de calidad o con DO”, reflexiona, a la vez que a apuesta estrategias que potencien el valor añadido en las zonas de origen.
En cuanto al Plan de Reestructuración de 2018, con una inversión de unos 4.500.000 euros, Asaja cree que “no cubrirá todos expedientes” por las numerosas solicitudes y la necesidad de acudir “al criterio de concurrencia competitiva”.

Sobre la futura Política Agrícola Común 2021-2027 (PAC), Asaja luchará para que no se rebajen las ayudas directas y las ayudas acopladas, que según prevé la entidad no se interrumpirán al menos hasta dentro de un lustro. Recuerdan que España es uno de los valedores del actual modelo de financiación europeo, y “hay margen” para que no se vea afectada por el impacto del Brexit, a pesar del retraso en la negociación por las elecciones al Parlamento Europeo.
Desde esta organización apostarán por la convergencia interregional, el apoyo a los agricultores a profesionales, y la incorporación de jóvenes para “recuperar parte del relevo generacional que necesita el país de cara al futuro”.
En relación al agua, Asaja colabora estrechamente con los comuneros de las masas de agua ubicadas en la provincia ciudarrealeña, como Mancha Occidental I y la del Campo de Calatrava, para racionalizar los riegos y obtener mayores concesiones.
La prevención en materia de robos en el campo, en colaboración con las fuerzas de seguridad del Estado, será otro de los frentes en los que Asaja ya trabaja desde el inicio de este año.

Respecto a la campaña de aceite, Rodríguez reitera el mensaje lanzado por la organización en defensa de una posición “estratégica” de España en los mercados, especialmente de países como Italia, Grecia y Túnez. Recuerda a los agricultores que “no hay que tirar los precios y hay que tener firmeza ante compradores extranjeros”.
UPA: regulación de la venta a pérdidas
Uno de los frentes que abordará en este 2019 UPA Castilla-La Mancha, según su presidente, Julián Morcillo, son los precios que reciben los agricultores por sus productos, para lo que “insistiremos” en la regulación de la venta a pérdidas, tras el frente común alcanzado por Asaja, Coag, Upa y Cooperativas Agro-alimentarias contra la normativa “arbitraria” del Ministerio de Agricultura que prohíbe esta práctica en el sector agroalimentario. A juicio de estas OPAs tendrá “serios problemas jurídicos para que cualquier posible infracción derive en apertura de expediente”, por lo que es «unpaso hacia atrás inaceptable”, frente al planteamiento de estas entidades d eprohibir dicha práctica a través de la modificación de la Ley de mejora de la Cadena Alimentaria.

UPA espera que en este año “el posicionamiento del ministerio de se pueda cambiar y perseguir la práctica fraudulenta”.
Morcillo también ve un “momento clave” final de año para desarrollar los reglamentos de la PAC y su financiación con el nuevo Parlamento y la nueva comisión tras las elecciones de mayo.
En materia de agua, el portavoz de UPA recuerda que está en proceso la revisión de los planes de cuenca, ahora en exposición pública, y con plazo hasta abril para presentar alegaciones, «una oportunidad que tendremos que aprovechar».
A su juicio, «es imporante que atiendan las demandas de los regantes» en función de la disponibilidad hasta 2027.
La organización de pequeños agricultores está trabajando en las propuestas de la mano de las comunidades de regantes y de la administración regional, para «el debate a nivel técnico y la negociación política».
En este ámbito, «también es preciso que se regularicen las explotaciones prioritarias», así como la estimación de los recursos disponibles de las masas «debería reflejar una situación real», levantar la catalogación de sobreexplotación de algunas masas de agua, además de aumentar los recursos.
COAG: más regadíos y más precio para la leche
El secretario general de COAG en la región de Castilla-La Mancha, Ángel Gálvez, también apela al tema del agua como prioridad para que los regantes y ganaderos tengan más acceso y concesiones. «El agua es necesaria para estas actividades,» sostiene, a la vez que opina que «somos una región con poca extensión de regadíos, comparada con la media nacional, que estápor encima del 34%».
Por ello, «seguiremos trabjando por planes de modernización y para conseguir proyectos de regadío y de transformación».
Sober la PAC, Gálvez también coincide en que «no peligran las ayudas», pues «está seguro el tema económico».

Este dirigente también espera para 2019 un Plan Vitivinícola en Castilla-La Mancha, la modernización de las nuevas plantaciones, frente al ascenso en extensión del olivar, unos precios «más interesantes», y el pago por calidad «por la que apostamos y presumimos», para que así «podamos tener más rentabilidad».
En cunato al sector ganadero, esta organización reclama un plan para garantizar mejores precios de la leche de cabra, y denuncia que la caída de actividad de las granjas de oveja en Castilla-La Mancha por la escasa rentabilidad.