El alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, se ha referido hoy a los vestigios que se han encontrado en los terrenos de la zona del Peral en donde se va a construir la glorieta, indicando que “sabíamos lo que podía pasar”, puesto que la carta arqueológica de Membrilla, término municipal en el que se localizan los Baños del Peral, ya indican la existencia de un asentamiento romano en la zona, por lo que “conocíamos que estábamos dentro de un asentamiento en todo lo que es el Peral y sus entorno romano”, a lo que ha indicado que cuando la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha sacó a concurso la expropiación de estos terrenos, “conocía la carta arqueológica, y nada más iniciarse las obras, puso a disposición a un equipo arqueológico por los restos que pudieran aparecer y que al final han aparecido”.
Para Martín estos hallazgos “van a retrasar la ejecución de esta infraestructura que buena falta nos hace”, pues “no tenemos que olvidar que estas curvas se han llevado la vida de dos jóvenes en los últimos 16 años, y algún que otro susto digno de mencionar, y, por lo tanto, es una infraestructura necesaria”. En este sentido ha indicado que la política que se sigue desde Cultura se basa en que cuando se pone a realizar una obra en un asentamiento que ya conoce, y en donde pueden aparecer restos, el siguiente paso es “poner al equipo de arqueología, datar, y a partir de ahí, hacer el informe, y ver y recuperar , según sea el caso, una vez que esté datado”. En esta línea, el alcalde de Valdepeñas ha señalado que los trabajos realizados por el equipo de arqueólogos se pueden extender “dos meses como poco”.
En cualquier caso, Jesús Martín ha querido dejar claro que las obras “se pararon” nada más aparecer los primeros restos arqueológicos en la zona, por lo que ha criticado “todas esas informaciones falsas” que hablan sobre las supuestas destrucciones de esos restos arqueológicos, cuando “lo cierto es que la obra se paró en cuanto apareció el primer vestigio, y en lo que se ha seguido trabajando no es en la obra de la glorieta, sino en recuperar y datar el patrimonio, en este caso de Membrilla, ya que estos terrenos pertenecen al término municipal de Membrilla, aunque por vecindad también es de Valdepeñas. Y a partir de ahí se va a seguir el protocolo, y se ejecutarán las obras de acuerdo a los mandatos de la Ley de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha”.
El delegado provincial de Fomento, Casto Sánchez, ha manifestado que desde el Gobierno regional no se han mostrado sorprendidos por los vestigios encontrados en los terrenos donde se va a construir la rotonda del Peral, puesto que “todas las previsiones indicaban lo que podía encontrarse y descubrirse, y que, probablemente, iba a ser mucho más de lo que conocíamos en las cartas arqueológicas que estaba catalogada en esta zona”.
En este sentido, Sánchez ha señalado que ya en el mes de marzo, la Delegación de Fomento puso en conocimiento de los técnicos de Cultura esta eventualidad, y que, desde el inicio de la misma, las obras tienen con la autorización de Intervención Arqueológica en Bienes e Inmuebles del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, que establecía, precisamente, la presencia de un arqueólogo durante la realización de las obras como así ha ocurrido.
Por todo ello, Sánchez ha matizado que salvo los primeros días en los que se utilizó algún tipo de maquinaria en la zona, desde el momento en el que se encontraron los primeros restos, “los trabajos se han realizado posteriormente a mano, y ya están bajo la supervisión del equipo de arqueólogos que hemos reforzado, pues la obra inicialmente contaba con un apoyo técnico arqueológico, y ahora lo que hemos hecho ha sido completarla, pues todos los operarios que trabajan ahora ya no son los habituales en la construcción de una glorieta sino que son un equipo de apoyo a los trabajos de arqueología”.
Finalmente, el delegado provincial de Fomento ha explicado que en estos momentos se encuentran a la espera de que concluya el trabajo arqueológico en los terrenos anteriormente señalados para que pueda culminar el informe que tendrá que producir la delegación de Cultura. Y será a partir de “lo que determine ese informe cuando veamos lo que haremos a continuación con esta obra”.
Por su parte, Tomás Torres, de Baraka arqueólogos, que es la empresa que tiene la autorización concedida por la delegación provincial de Cultura de Ciudad Real, y que forman parte del equipo técnico encargado de ir realizando el seguimiento de los movimientos de tierra asociados a la ejecución del proyecto, ha recordado que las obras comenzaron el pasado 20 de julio, tras la pertinente comunicación de inicio de actuaciones arqueológicas.
En esta línea Torres, que ha señalado que los trabajos arqueológicos aún se encuentran en una fase “muy inicial”, ha indicado que “nada más empezar el trazado de la zanja pudimos constatar como a una profundidad mayor en la parte sur, empezaban a salir estructuras que iban ascendiendo según nos íbamos desplazando hasta la parte norte. Prácticamente desde el principio vimos que se trataban de estructuras muy potentes, ya que estamos hablando de edificios de más de 40 metros de longitud y más de 12 metros de anchura, de los cuales aún no conocemos en extensión su delimitación real, y que nos hablan de dos momentos constructivos, pero probablemente relacionados ambos del mundo romano”.