La Asociación de Madres y Padres del colegio San Juan Bosco (Salesianos) de Puertollano ha sentado este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial a M.L.O., tesorera del AMPA e interlocutora de los padres con el colegio entre 2005 y 2010, que podría haberse apropiado de 28.925 euros del dinero correspondiente a excursiones y actividades extraescolares.
Eso es lo que cree la asociación y la fiscalía, en base al informe pericial que ha reconstruido la desastrosa contabilidad de la asociación en esos años, basada en la confianza y los pagos de dinero en metálico o mediante cheques al portador.
A día de hoy los padres todavía tienen pendiente una deuda de unos 10.000 euros con la empresa de autobuses Rivilla, por la que saltó en el escándalo en junio de 2010. En ese momento el presidente del AMPA se enteró que llevaban dos cursos sin pagarles, pidió explicaciones a la tesorera y ella le dio largas, hasta que en otoño terminó reconociendo ante él y otros miembros de la directiva que faltaba dinero, pero no tanto como decían.
Reconoció que se llevó dinero pero ahora se desdice
Con la comunidad educativa encima de ellos, la nueva presidenta de la asociación y otros miembros de la directiva lograron que M.L.O. firmara dos documentos que han utilizado hoy como prueba en el juicio por apropiación indebida contra la extesorera. Uno de reconocimiento de deuda ante el colegio y otro ante los padres, aunque las cantidades que aparecen reflejadas no coinciden.
“No sabía lo que firmaba”
M.L.O., para la que el AMPA pide cuatro años de cárcel que la fiscalía rebaja a uno y medio por apropiación indebida, ha admitido que firmó esos papeles pero asegura que lo hizo coaccionada por el presidente de la asociación, al que culpa de acosarla tanto a ella como a su hijo. “Firmé un papel para la asociación porque el presidente me lo dijo, pero no sabía lo que firmaba, yo en esa época estaba en depresión psiquiátrica”, ha declarado ante la sección segunda que juzga el caso.
La investigada se ha defendido atacando al presidente del AMPA con el que despachaba para los asuntos de pagos de autobuses, “yo hacía lo que él me decía”, ha dicho, y ha insistido en que no sabía de contabilidad cuando asumió la tesorería de la asociación.
De las cuentas informaba periódicamente a los padres en asamblea, “y siempre se aprobaron”, sostiene. Aunque ha admitido que cuando le pidieron las facturas de todos los gastos no las pudo entregar porque se le rompió el ordenador.
Ella era la que pagaba los viajes
Sin embargo el gerente de la empresa de autobuses y el director del colegio en esa época han explicado que M.L.O. era la persona que se encargaba de pagar a la empresa de autobuses, e incluso de recibir el dinero que los chavales aportaban a las excursiones a través de sus tutores y del colegio.
Lo habitual entonces era hacerlo con dinero en metálico o cheques al portador. Una parte de los gastos de esas actividades los pagaba el AMPA y la otra cada alumno.
El único problema en 40 años de relación comercial
El gerente de autobuses Rivilla ha declarado al tribunal que en los cuarenta años que llevan trabajando con los Salesianos nunca hubo problemas, incluso cuando M.L.O pasó a ser la tesorera de la asociación madres y padres. Los servicios se facturaban al final de cada curso.
Todo iba bien hasta que en 2008 el AMPA del colegio dejó de pagarles. El gerente dice que le pidió explicaciones a la acusada y esta le explicó que no habían recibido unas subvenciones y no tenían fondos. No le dio importancia, pero cuando en 2010 comprobó que le debían viajes de dos cursos empezó a reclamar el dinero con más insistencia, siempre a M.L.O.
En junio de 2010, de manera casual, la madre del gerente de la empresa de transporte (un negocio familiar) se encontró con el presidente del AMPA y puenteó a la tesorera, su sorpresa fue que este hombre no tenía ni idea de esas facturas pendientes.
Un padre fue a denunciar a la policía
En otoño de 2010, el padre de un alumno se enteró de los rumores que corrían por el colegio, y presentó una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional unos quince días antes de que la propia AMPA pusiera la suya. “Siempre intentamos solucionar esto por las buenas”, ha explicado el que fuera presidente de la asociación con M.L.O. como tesorera. Este hombre también ha reconocido que en esa época era una práctica normal que en ocasiones él firmara un cheque en blanco al portador con cantidades que ponía la tesorera, “yo trabajaba a turnos y la confianza en ella era total”.
Tras la primera sesión, el juicio por este caso se renaudará el próximo 25 de abril para oír a la administradora del colegio Salesiano en aquellos años (ingresada en el hospital).
En riesgo de desahucio
La acusada, que mantiene su inocencia, ha explicado que su situación económica es desesperada. Ni ella ni su marido trabajan, tienen una hija con una minusvalía del 78% por la que perciben una pensión por la Ley de Dependencia y viven de la ayuda que percibe ella (su marido es autónomo). “Están a punto de desahuciarme de mi casa”, ha afirmado.