Belén Rodríguez
Ciudad Real
300 litros por metro cuadrado, eso es todo lo que ha llovido en la cuenca Alta del Guadiana entre el 1 de octubre del año pasado y el 30 de septiembre de 2015, según datos oficiales de la Confederación Hidrográfica del río, que estima un descenso de las precipitaciones en torno al 30% de lo que se considera normal en la provincia de Ciudad Real (425 l/m2).
Ha sido un año hidrológico “bastante malo”, reconoce el comisario de aguas Timoteo Perea, que viene precedido de un 2013 también malo tras los excelentes años hidrológicos 2009, 10, 11 y 12, muchos de ellos de lluvias excepcionales (de entre 600 y 700 litros).
Aunque el año ha sido seco en toda la cuenca del Guadiana, en la parte alta ha sido todavía peor que en la cuenca media (Extremadura) o la zona sur (Huelva-Portugal), unas circunstancias habituales, “en la parte occidental del río siempre llueve más”, señala Perea.
En la provincia no ha habido grandes diferencias por comarcas, “quizá las lluvias en el Campo de Montiel han sido ligeramente superiores a las de Alcázar, no hay grandes diferencias”.
En el balance del año hidrológico, del que ya se ha informado en todas las juntas de explotación, el comisario de aguas subraya la “dureza” de estos últimos meses, en los que “a la falta de lluvias se ha sumado la elevadísima evaporación por las altas temperaturas del verano, sobre todo de julio y agosto”.
El calor extremo obligó en verano ha hacer desembalses excepcionales en El Vicario o en la Torre de Abraham, para garantizar el caudal ecológico del Guadiana en Puebla de Don Rodrigo y otras poblaciones, en las que no ha habido mortandad de peces.
En cuanto a la situación del acuífero 23, que también se ha había recargado excepcionalmente en el periodo 2009-12, el comisario dice que en este año hidrológico ha bajado 1,5 m con respecto a 2014.
La CHG considera “preocupante” que haya un 20% menos de agua embalsada en el inicio del otoño
Los pantanos, con un 20 por ciento menos de agua que en 2014
La buena noticia hídrica es que en esta última semana de octubre los embalses han empezado recuperar agua, tras meses de pérdidas, la mala es que el otoño ha comenzado con las reservas un 20% por debajo de 2014, una situación que el comisario de aguas Timoteo Perea considera “preocupante”.
A diez dias para que termine octubre, los pantanos de la cuenca del Guadiana están un poco por debajo de la mitad (al 48%), almacenan 194,5 hectómetros cúbicos, y será difícil que vuelvan al nivel anterior.
“De momento no hay alarma, tenemos agua para satisfacer todas las necesidades del año hidrológico que acaba de empezar. Esperemos que las previsiones de un otoño más lluvioso de lo normal sean las correctas y se nos llenen los embalses, que es lo que debe ocurrir”.
En cuanto a la situación del parque nacional de las Tablas de Daimiel (el indicador de las sequía en la cuenca alta), Perea sostiene que “tienen toda su superficie encharcada o al menos está muy cerca del máximo. No ha habido que recurrir a los pozos de recarga”.