El asesino en serie de Castellón, Joaquín Ferrándiz Ventura (JFV), que acabó con la vida de cinco mujeres en Castellón entre 1995 y 1996 estrangulándolas tras agredirlas sexualmente (Sonia Rubio, Natalia Archelós, Mercedes Vélez, Francisca Salas y Amelia Sandra García), por lo que fue condenado a 69 años de prisión y cumple sentencia en Herrera de La Mancha, saldrá de prisión en julio de 2023, por lo que ya tiene permisos penitenciarios. Pasa dichos permisos penitenciarios en Valdepeñas, según han confirmado a Lanzadigital fuentes penitenciarias, tutelado por los Trinitarios, ya que el sacerdote de Herrera de La Mancha medió para que pasara esos días de permiso en una asociación que favorece la reinserción de presos.
Hasta la fecha ha tenido dos de esos permisos, que oscilan entre los cuatro y los seis días, y en total puede tener 36 al año.
En Valdepeñas se ha armado un gran revuelo con la noticia, que ha aparecido en varios medios de comunicación de Castellón como “El Periódico Mediterráneo”, “Levante, el Mercantil Valenciano” o Cadena Ser, informaciones que se han reenviado por grupos de WhatsApp y redes sociales junto a un cartel con la foto de Joaquín Ferrándiz informando de su presencia en Valdepeñas.
El asesino de Castellón, que pasará en total 25 años en prisión y que trabaja como ordenanza penitenciario, debe cumplir las normas del piso tutelado en el que se queda, como una hora límite de llegada al piso y la prohibición de consumir alcohol o drogas.
Una vez que quede en libertad, no podrá acercarse a la provincia de Castellón durante ocho años.
Actualmente Ferrándiz tiene casi 60 años.