Eran las doce en punto de la mañana del día 30 de Mayo, cuando los componentes del Ateneo comenzaron la XIV Edición de las 24 Horas de Lectura de Poesía Ininterrumpida e Itinerante que este año les llevó hasta la ciudad de Jaca en Huesca, pasando con anterioridad por: Quintanar de la Orden, Tarancón, Sigüenza, Zaragoza, Huesca y Canfranc, en el mismo Pirineo Aragonés ya en la mañana del día 31 de Mayo.
La primera parada se realizó en la vecina Quintanar de la Orden, en la provincia de Toledo. Allí esperaban las autoridades municipales junto a miembros de la Asociación de Escritores “El Común de La Mancha” para
dar la bienvenida. A las 13 horas comenzó el Recital al que se unieron miembros de la citada asociación y algunas personas que también quisieron hacerlo, entre ellas un señor de 97 años, que recitó, de memoria, algunos de sus poemas.
A las 14 horas se dio por terminado el recital y partieron de nuevo hacia la ciudad de Tarancón donde, en la Casa de Cultura, esperaba el poeta local Javier Navarro, que participó en el recital y tomó la decisión de continuar en el resto del viaje.
Sobre las 19 horas, y tras una parada técnica en Sigüenza, siguió el viaje hasta la ciudad de Zaragoza, a la que llegaron a las 22 horas, donde cruzaron el Puente de Santiago y fueron andando, sin dejar de leer, hasta el
Ateneo. Allí esperaba el presidente del Ateneo Zaragozano a las 23 horas, tras los saludos de rigor, se dio comienzo al recital que concluyó a las doce de la noche.
Pasada la 1 de la madrugada del ya 31 de Mayo, de vuelta al autobús, andando y sin dejar de leer en ningún momento. Partieron hacia Huesca, a donde llegaron a las 3,30 horas y dieron el recital en el Parque de la
ciudad.
A las 6,30 llegaron a Canfranc, en el mismo Pirineo Aragonés, y recitaron en el andén de su estación con solamente 2 grados de temperatura y con mucha nieve a la vista.
Llegaron al Ayuntamiento de Jaca a las 10,45, donde los recibió la Concejala del Área de Cultura, tras lo que iniciaron el último recital de estas 24 horas en el que reivindicaron La Mancha Universal y que acabó, como es lógico, a las 12 en punto del mediodía.
En todos los Recitales se leyeron poemas de los componentes del Grupo Literario del Ateneo, y
también de otros autores, entre los que no faltan nunca nuestros clásicos, como Antonio Machado o Miguel Hernández.