José, Cecilio, Ramón, Restituto, Andrés, Félix… Caravantes, Galera, Pérez, León, Corrales, Maroto, Jiménez. Nombres y apellidos que en Mauthausen eran solo números. Condenados a una previsible muerte en vida. Décadas después del Holocausto, Valdepeñas va a reconocer a los 13 valdepeñeros deportados a los campos de concentración nazis. La moción, presentada por el Grupo Municipal de Izquierda Unida, fue aprobada este lunes por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento en su sesión ordinaria correspondiente al mes de septiembre.
Según explica IU en nota de prensa, “Valdepeñas certifica así el reconocimiento institucional a las víctimas del nazismo que sufrieron el horror de los campos de concentración y exterminio nazis entre 1940 y 1945”. Será con un memorial a modo de monolito, placa conmemorativa o adoquines tipo “stolpersteine” en recuerdo de los valdepeñeros de los que de momento se tiene conocimiento: 12 asesinados y 1 liberado según el edicto publicado por la magistrada-juez encargada del Registro Civil Central y publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 9 de agosto.
Luchar contra el racismo y discriminaciones
La moción aprobada por unanimidad condena “todas las manifestaciones de intolerancia ideológica, incitación, acoso o violencia contra las personas o comunidades basadas en el origen étnico, orientación sexual, pensamiento político o en las creencias religiosas, tengan lugar donde tengan lugar, consciente de que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos originan actos de barbarie ofensivos para la conciencia humana”.
Además, abre la puerta a la colaboración de toda la ciudadanía “para trabajar luchar contra los posibles brotes de racismo, xenofobia y discriminaciones basados en el origen étnico, pensamiento o creencias, para que nunca más un régimen como el que produjo el Holocausto se pueda asentar en ningún lugar del mundo”.
Para Izquierda Unida, como proponentes de la moción, “resulta necesario dar a conocer a la ciudadanía de Valdepeñas la cruda realidad que soportaron sus conciudadanos. Todos ellos, hasta ahora, han carecido de memoria, de un homenaje oficial y social como víctimas del horror nazi. Pero igualmente importante es mostrar a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto. Explicar el pasado para construir el futuro es un principio básico en cualquier democracia moderna”.
Aquellas personas fueron “testigos” de la ‘solución final’ ideada por el nazismo. “Sufrieron en primera persona la brutalidad, la barbarie y la monstruosidad de la sinrazón”. Una certeza histórica que requiere el “reconocimiento expreso a las personas que, siendo originarias de Valdepeñas, fueron deportadas a los campos nazis”, fundamentalmente al complejo concentracionario de Mauthausen.