Los pueblos del Campo de Calatrava dependientes del semivacío embalse de la Vega de Jabalón esperan conectarse a la Tubería Manchega “en dos o tres años”, para tener garantizado el suministro de agua potable, dependiente de pozos desde el verano de 2020, aunque no completamente.
“Nos dijeron que sería en 2022 o 2023, pero la conducción se está retrasando”, dice el presidente de la Diputación y alcalde de Bolaños, Miguel Ángel Valverde, a la espera de que se liciten las obras del ramal que conectará el Campo de Calatrava con la infraestructura que ya suministra agua del trasvase Tajo-Segura a Socuéllamos y Pedro Muñoz.

Mientras tanto pueblos calatravos como el mismo Bolaños, Almagro, Moral de Calatrava, Calzada o Pozuelo siguen combinando un sistema mixto se suministro que consiste en mezclar el agua de diferentes sondeos propios o comarcales, con “la poquita” que han seguido extrayendo del pantano, recuperado un poco con las borrascas de marzo de este año.
La Vega del Jabalón ha cargado 6 hm³
La Vega del Jabalón, que se secó oficialmente en los años 2020-2021, ha cargado 6 hm³ este mes de marzo, una garantía para seguir manteniendo el sistema pozos-embalses, con la correspondiente autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadiana para utilizar las aguas subterráneas, en ausencia de otra fuente de suministro de agua.
El sistema actual de abastecimiento de Bolaños, construido con Aqualia y una inversión de medio millón de euros, permite suministrar agua de pozos de emergencia mezclada con la del Jabalón. Esta adaptación a las delicadas aguas subterráneas, con una composición y calidad diferente, ha acelerado el deterioro de las redes de abastecimiento y ha elevado el consumo y los costes, según Valverde.