Los once pueblos del Campo de Montiel que dependen para abastecerse de agua del embalse de La Cabezuela, en las últimas tras estos años de sequía, esperan que la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha empiece a bombear agua desde el pozo Genaro en La Solana en dos semanas.
“Dos semanas es el compromiso”, explica Raúl Bravo, alcalde de Torrenueva, el pueblo que junto con Castellar de Santiago espera esta medida con más inquietud. Torrenueva (2.651 habitantes) y Castellar (1.800) comparten estación de tratamiento de agua potable, una ETAP y unas tuberías en alta «que están obsoletas”, la duda de los alcaldes es si soportarán la presión del bombeo del agua subterránea, o tendrán fugas y se complicará la situación.

El agua del pozo Genaro no pasará por el embalse
“Todo lo que suponga quitarle presión al embalse bienvenido sea”, explica Bravo. El bombeo de agua que esperan para asegurar el abastecimiento no pasará por el embalse de La Cabezuela. El agua del pozo Genaro se bombeará a la ETAP general que abastece a los pueblos del Campo de Montiel y de ahí a las localidades de Castellar y Torrenueva, «directamente a nuestras tuberías, sin pasar por la vieja estación de tratamiento», aclara el alcalde.
Un sondeo propio
En paralelo a esta medida el Ayuntamiento de Torrenueva ha encontrado un sondeo propio que pondrán en funcionamiento cuando sea posible como apoyo al abastecimiento principal. También esperan las obras de emergencia previstas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, incluidas en el decreto anticrisis que vio la luz por los pelos en el superpleno del Congreso del miércoles.
El alcalde de Torrenueva tiene previstas varias reuniones tanto con la CHG como con la Agencia del Agua para abordar con garantías el problema del suministro al que se enfrenta la localidad y el conjunto de pueblos del Campo de Montiel, cuando La Cabezuela, que tiene algo más de un hectómetro cúbico de reservas, deje de suministrar agua. Si no llueve en abundancia el agua para uso de boca podría acabarse a finales de febrero.
Las reservas de agua embalsada en la provincia han comenzado el año 2024 a la baja. La situación en la cuenca alta del Guadiana, a la que pertenece el embalse de La Cabezuela, es de emergencia por sequía, y con las reservas bastante peor que el año pasado por estas fechas.