La movilidad se encuadra en el proyecto Erasmus, que viene desarrollando el colegio desde el año 2021, según ha explicado el director del centro, Sebastián De Lara. “Hemos estado en Sofía, en un colegio con inquietudes parecidas a las nuestras como los proyectos relacionados con la robótica, el desarrollo sostenible o el aprendizaje de lenguas, que ya veníamos compartiendo desde hace meses”. Los siete escolares de 6º y los tres de 5º curso que se han desplazado, convivieron con familias búlgaras y cada día acudían al colegio para realizar variados talleres, según indicó. “Nos han tratado muy bien y ha sido una actividad muy grata y enriquecedora”.
La expedición solanera ha descubierto un sistema educativo muy competitivo, donde se busca la excelencia, dijo De Lara. “Quizá no tengan tantos medios tecnológicos como nosotros, pero trabajan mucho por formar alumnos competentes”. No en vano, les llamó la atención el slogan del centro educativo, que decía: ‘School for winners’ (Colegio para ganadores).
También destacó la relación con los profesores búlgaros y su metodología. “Han procurado que estemos a gusto y hemos tomado nota de algunas cosas como la forma que tienen de explicar robótica, el sentir que tienen hacia sus tradiciones, o cómo trabajan su idioma”. Hablando de idioma, alumnos y profesores se comunicaron en inglés, una lengua que dominan perfectamente los anfitriones. “Tienen un gran nivel, porque se esfuerzan mucho e incluso ven la televisión íntegramente en inglés”.
El CEIP Federico Romero acogerá a alumnos y profesores búlgaros el próximo curso, en un nuevo intercambio con el colegio de Sofía. “Ellos vendrán en abril, pero desde septiembre, comenzaremos a trabajar proyectos en común. Podrán conocer nuestra cultura, nuestro pueblo, y servirá para crear unos lazos con los alumnos y que aprendan unos de otros”.