Una de las consecuencias más evidentes del estado actual, en plena pandemia del coronavirus, con un estado de alarma, y de confinamiento de la población, que nadie sabe bien cuanto va a durar, es la cancelación de todos los eventos sociales.
Abril, mes que abre la temporada de bodas y comuniones, entró hace apenas unos días. Un mes que da inicio a un trimestre de mucho trabajo para los profesionales, de diversos campos, que se ocupan de que en estas celebraciones todo sea perfecto: el lugar, la comida, los trajes, las fotos, la música, los regalos… incontables detalles que generan mucho trabajo a un sector cuya actividad económica gira, sobre todo, en torno a los meses de abril, mayo y junio. Todos están tratando de facilitar ese traslado de fechas a sus clientes.
Y es que el coronavirus ha dejado bodas y comuniones en barbecho hasta después del verano. Así lo ha indicado a Lanzadigital el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería de Ciudad Real, José Crespo, quien ha destacado que, de momento, los eventos se están retrasando en el calendario, algunas bodas ya han pasado incluso al próximo año, y no suspendiéndose como se temía en un primer momento.
El propio Crespo, propietario del hotel-restaurante Casa Pepe en Carrión de Calatrava, confirma que ya ha tenido que posponer todas las bodas previstas para marzo, abril y mayo.
“Un temor compartido por todos los empresarios de hostelería que nos dedicamos, también, a las grandes celebraciones es que estos meses estamos parados y, a partir sobre todo del mes de septiembre, el trabajo será de un 300%, algo difícil de cuadrar porque las capacidades de los locales, o salones, son las que son y, además, porque nos enfrentaremos también a la falta de personal”, explica.
La actividad no se retomará hasta casi entrado el verano
Esta situación está produciendo en estos negocios “un gran desajuste”. Además, subraya, su convencimiento de que bares y restaurantes no podrán comenzar a trabajar al día siguiente de que el Gobierno levante el estado de alarma, y el confinamiento de la población. “Es en nuestros locales donde más gente se aglutina y mucho me temo que las autoridades sanitarias no lo permitirán hasta entrado el verano”, añade.
Y los trabajadores temporales que en estos meses se contrataban, en Casa Pepe pueden llegar a ser hasta 50 personas en un solo día, también tendrán que esperar.
José Crespo pone el acento en que la hostelería no sólo se sustenta de eventos y celebraciones sino que es un sector “que se nutre del día a día, con lo cual lo doloroso no es hablar de pérdidas de banquetes y celebraciones, sino del parón del sector durante todos estos días; eso es algo que no se va a poder recuperar”, lamenta.
Los ERTEs están a la orden del día
Así las cosas, la completa inactividad del sector hostelero ha motivado que los ERTEs estén, por desgracia, “a la orden del día”. Muchos empresarios han querido aguantar los quince primeros días con recursos propios “pero ahora ya, con la actividad suspendida hasta no se sabe cuándo, no queda otra que recurrir a los expedientes de regulación temporal de empleo para los trabajadores del sector”, afirma José Crespo quien asegura que esos expedientes no son la solución al problema y reclama más ayudas económicas.
El panorama “pinta negro” para estos meses
También en Ciudad Real, Esther Montarroso, gerente del restaurante El Labrador, afirma que el panorama “pinta negro” para estos meses. Y al igual que José Crespo cree que la actividad total, normalizada, no arrancará hasta mitad del verano.
De momento, afirma que las bodas previstas para el mes de julio se mantienen. Sí se han retrasado, que no cancelado, todas las comuniones y las bodas previstas en abril, mayo y junio. “Va a ser muy complicado cuadrar todo a partir de septiembre”, añade Labrador quien, no obstante, asegura que está dando todo tipo de facilidades a sus clientes.
A esto se puede unir el miedo de la gente ya que el virus está afectando económicamente a todo el mundo y no sabe si se mantendrán números de invitados o si se optará por menús más económicos.
Las contrataciones previstas para estos meses en El Labrador también están paralizadas. “Lo importante, ahora, es que las familias estén bien, que tengamos salud, y que no falte nadie en las próximas celebraciones”, añade Esther Montarroso quien concluye que toca “tirar para adelante y ver cómo salimos”.
Los fotógrafos: organizando equipos para doblar bodas en un día
Beatriz Bernal y Javier Chacón, DosYMedio Fotógrafos, aseguran que estos días están siendo una locura. Beatriz indica que están tratando de dar todas las facilidades a sus clientes que les han confiado a ellos algo tan importante como es el reportaje de fotos, un recuerdo para toda la vida.
“Todas las bodas que teníamos contratadas para los meses de marzo, abril y mayo han sido pospuestas, también algunas de junio”, añade Bernal quien indica que, frente al parón de actividad actual, a partir de septiembre serán meses de mucha condensación de trabajo porque, asegura, no quieren decir que no a nadie.
“Estamos trabajando a tope y buscando equipos, liderados por nosotros dos, para poder hacer dos bodas en un mismo día”, añade Beatriz quien asegura que, hasta el momento, todo está cuadrando bien y tan sólo han tenido que decir que no a un cliente porque el nuevo día elegido por él estaba ya reservado con mucha antelación.
Las parejas: “No queda otra que aceptarlo”
Las parejas están encajando la situación con una mezcla de tristeza y resignación. Noelia Monteagudo y Ricardo Rincón se daban el “sí quiero” el 16 de mayo y lo han tenido que aplazar al 5 de septiembre. La ceremonia será civil y con los juzgados paralizados aún no tienen la fecha confirmada.
El lugar de celebración, Fuente Taray en Malagón, y el fotógrafo, “solo nos han dado facilidades y nos han confirmado la fecha sin mayor problema”, explica Noelia. A su enlace está previsto que acudan 180 invitados, un número que no van a reducir a pesar de que Ricardo se ha visto afectado por un ERTE en su empresa de construcción.
“Ya lo tenía todo preparado, las invitaciones estaban casi todas mandadas, los regalos para los invitados con la fecha puesta, por supuesto mi vestido… pero hemos decidido que no vamos a cambiar nada, así se va a quedar todo”, afirma.
“Jamás me hubiera imaginado una cosa así”
Trini Herrera y Leandro Madrigal se iban a prometer amor eterno el 23 de mayo. Visto lo visto, tendrán que esperar al 10 de octubre que es la nueva fecha elegida. “Jamás me hubiera imaginado una cosa así; me ha costado mucho esto de casarme, decidimos prepararlo todo en seis meses para evitar nervios y, al final, vamos a estar preparando el enlace casi un año”, indica Trini.
“Los primeros días de cuarentena aún mantuvimos la esperanza pero luego vimos que esto se iba a prolongar demasiado y fue la semana pasada cuando decidimos cambiar la fecha”, añade.
Trini y Leandro se quieren dar el sí quiero en una ceremonia religiosa en la ermita de Alarcos. “Al estar paralizado el Ayuntamiento, y el Museo López Villaseñor que es quien se encarga de las bodas en la ermita, aún no sabemos si la nueva fecha elegida estará disponible. Si no es así, tendremos que pensar en otra iglesia”, explica.
En el lugar de celebración, Finca Arudecas en Cañada de Calatrava, todo han sido facilidades, al igual que con el fotógrafo que han contratado. Por suerte, los regalos de los invitados iban a esperar a última hora para encargarlos, no así las invitaciones que, diseñadas por una amiga, ya las habían entregado casi en su totalidad.
“Ahora enviaré otras por WhatsApp”, explica Trini quien no oculta sentimientos de tristeza y desilusión, “es una sensación que no sé cómo describir”, añade, convencida de que, al final, han hecho lo mejor.
Cambio de billetes de algunos invitados que vienen del extranjero
Otro caballo de batalla que Trini y Leandro tienen por delante es que las compañías aéreas faciliten el cambio de los billetes de avión de algunos invitados residentes en el extranjero, en concreto en Bruselas, que tenían previsto acudir al enlace. “Les vamos a mandar algún tipo de certificado para facilitarles el cambio”, explica Trini quien también añade, por último, que tampoco han tenido ningún problema en la agencia de viajes para retrasar su viaje de novios, viajarán a EEUU, en octubre.
Comuniones también aplazadas
Lo mismo está sucediendo con otra celebración clásica de estas fechas: las primeras comuniones. La mayor parte también se están posponiendo para después del verano, sobre todo después de que el Obispado de Ciudad Real indicara, hace unos días, que ante la actual situación se retrasaban a septiembre, octubre y noviembre.
No obstante, el sacramento de la Eucaristía se puede recibir por primera vez, tras la oportuna preparación, en cualquier momento por lo que hay familias que sí se están planteando celebrarla, en la intimidad, a lo largo del verano.