La crisis sanitaria del Covid-19 no ha impedido a la Confederación Hidrográfica del Guadiana iniciar el plan especial de control del agua subterránea en el torno del parque nacional de las Tablas de Daimiel, en marcha desde finales de marzo. Una potente campaña de inspección inédita desde el periodo 2009-2011.
“Ha costado arrancar por las dificultades propias del estado de alarma; se tenía que incorporar gente que no vive aquí, alquilar más vehículos para que solo vaya una persona, pero ya estamos operativos”, explica el presidente de la Confederación, Samuel Moraleda.
El consumo en las masas Mancha Occidental I y II
El plan de inspecciones se centra en controlar cómo usan el agua los regantes con derechos reconocidos en la zona de influencia de las Tablas (afectada por las masas de agua Mancha Occidental I y Mancha Occidental II), además de detectar pozos que carecen de concesión, lo ha diseñado el Ministerio para la Transición Ecológica como una de las medidas para evitar la degradación del parque nacional y tiene una duración de tres años.
14 técnicos de campo más en la plantilla
14 técnicos de campo más se acaban de incorporar a la plantilla que se encarga del trabajo habitual de vigilancia y control, a través de la empresa pública Tragsatec. Ya están actuando sobre el terreno, “ha habido un refuerzo importante de personal con esta y otra encomienda que tenemos activa”, destaca Moraleda.
El caudalímetro debe estar en un lugar visible
Respecto a la hostilidad con la que las comunidades de regantes afectadas se han tomado estas inspecciones, que piden que se aplacen mientras dure el confinamiento, Moraleda replica que la Confederación cumple “a rajatabla” las medidas de seguridad sanitarias para inspeccionar las instalaciones. “Nuestro personal viaja de uno en uno, y si se ha citado a alguien en su explotación, no es para correr riesgos sino porque el caudalímetro no estaba en un lugar visible, y el inspector no podía hacer su lectura”.
Se actuará sin requerimiento previo
El presidente de la Confederación no entiende qué problema hay en citar de un día para otro, como han criticado los regantes, “no es necesario ni siquiera que el dueño esté presente, basta con que deje abierto el acceso al contador, que según establece la ley debe estar en un sitio visible, en base a la orden de caudalímetros de 2009. Sin embargo los técnicos están encontrando que en algunos casos están ocultos”.
Quien no tenga el caudalímetro en condiciones será sancionado
Ante esta situación y la quejas, el Ministerio para la Transición Ecológica ha tomado la decisión de actuar sin citación previa, por lo que Moraleda avisa: “Quien no tenga caudalímetro o no esté en las condiciones que establece la ley será sancionado”.
“Existe una extensa normativa sobre los caudalímetros, obligatorios desde 1999, la obligación está recogida en el Plan Hidrológico Nacional y especifica que estos contadores son obligatorios y deben estar en lugares visibles para que no se puedan manipular”, remarca.
Recortes entre el 6 y el 5 por ciento
Las inspecciones de campo acaban de empezar y seguirán mientras dure la campaña de riego de este año, la primera en la que los regantes de aguas subterráneas del Alto Guadiana tienen que aplicar una reducción del consumo de entre el 6 y el 5%, dependiendo del cultivo, con respecto a cómo lo hacían hasta ahora, en masas de agua sobreexplotadas desde los años ochenta.
Primeras lecturas del caudalímetro
Las inspecciones, según explica Moraleda, consisten en hacer una primera lectura del contador ahora que ha empezado la campaña, comprobar que el titular está regando en la zona en la que tiene la concesión, aparte de detectar los aprovechamientos que no tienen derechos. En este último caso y una vez pasado el periodo de alegaciones, etc, explica que lo normal es que el expediente acabe con la clausura de la captación.
La última campaña importante data de 2009
La última campaña importante de control del uso de agua subterránea en la zona de influencia de las Tablas de Daimiel se remonta a los años 2009-2011. El verano pasado también se contrató a personal para reforzar la plantilla propia de agentes ambientales, aunque no tanto como este año con el plan especial.
“En favor del interés general”
Moraleda recuerda que estas campañas no van contra nadie,”se hacen para proteger el interés general, y no solo hablo del medio ambiente o las masas de agua, sino proteger a los usuarios con derechos de riego”.