El cultivo de la camelina, una oleaginosa rentable y muy adecuada para la rotación de cereales de invierno, ha empezado a ganar terreno en la provincia de Ciudad Real, con una presencia cada vez más extensa hasta las actuales 200 hectáreas cultivadas en una docena de municipios de las comarcas del Campo de Calatrava, La Mancha y Campo de Montiel.
Así lo confirma Aníbal Capuano, director técnico del área de Agro de Camelina Company España, una empresa dedicada a la promoción y producción de este cultivo, que transforma y comercializa en aceite y harina.
“En Ciudad Real crecemos año con año”, comenta Capuano, que destaca las posibilidades productivas y mercantiles de “una oleaginosa herbácea de ciclo anual, de la familia de las Brassicaceae, cultivada desde hace siglos como alimento y por su aceite”.
La empresa ofrece material vegetativo para todo el ciclo de la planta, similar al de los trigos y otros cereales de invierno, y suministra de manera exclusiva el grano a los agricultores para el sembrado entre octubre y noviembre. Tras la cosecha a final de la primavera, recoge la producción, la almacena, la transforma y la vende en forma de diversos productos.
La compañía, única en España, “cubre la cadena de producción, desarrolla variedades de camelina y la multiplicamos”, así como tras la compra del grano a los productores “lo acondicionamos en un proceso de prensado y molturación para la obtención del aceite y de la torta”.
También invierte en investigación y desarrollo para “identificar el mejor paquete tecnológico y ponerlo a disposición del productor, a través de su protocolo agrícola”.
Capuano explica que la cada vez mayor aceptación de esta oleaginosa en la rotación de cultivos para cambiar la parcela de monocultivo de cereal, se debe, principalmente, a su rusticidad, pues no tiene grandes exigencias agronómicas, ni inversiones en maquinaria, así como es resistente a la sequía y a las heladas, es poco atractiva para la fauna silvestre y es beneficiaria de la ayuda de la PAC como cultivo proteico.
Localidades en Ciudad Real
En Ciudad Real está cada vez más consolidada la camelina como una alternativa en la preparación de la tierra para la sementera de la siguiente campaña, y hay parcelas en las localidades de Campo de Criptana, Carrión de Calatrava, Ciudad Real, Daimiel, Fernán Caballero, Miguelturra, Pedro Muñoz, Porzuna, Posuelo de Calatrava, Tomelloso y Villanueva de los Infantes.
Diego García-Maroto es un ejemplo de productor que apuesta por introducir esta planta en el cambio de siembra otoñal, pues permite controlar con facilidad las plagas y las malas hierbas, más resistentes en el cereal.
Este joven agricultor de Daimiel, de 27 años, explica que desde hace un lustro empezó a optar por la camelina en secano para la rotación de cebada y avena, y en la presente campaña ha sembrado seis hectáreas.
Sobre sus cuidados, valora que es una planta rústica, con pocos requerimientos, “que aguanta muy bien las heladas y el calor”, además de su rentabilidad, con un precio por tonelada de entre 200 y 320 euros, el doble el de la cebada, a 150 euros los 1.000 kilos
“La única pega es que en el sembrado hay que tener cuidado porque la semilla es muy pequeña y se planta muy somera, a un 1,5 centímetros, y necesita algo de humedad en la tierra, porque el resto del año, va sola”.
Otra de las diferencias de la camelina respecto a los cereales más tradicionales es “la ausencia de enfermedades y plagas”, así como tiene un desarrollo “muy bueno” con plantas que ganan altura al florecer sus características flores amarillas, similares a las de las malas hierbas, que dejan bellas estampas en primavera.
García-Maroto vende su producción a Camelina Company Aceite, y en la operación tiene que cumplir unos requisitos básicos “para que entregar el grano lo más limpio posible”.
Sobre las propiedades tras su transformación, el productor señala que, al parecer, los piensos que se elaboran a partir de su grano “controlan en colesterol a las vacas”, además de otros destinos para biocombustible de avión y para productos de cosmética.
Las recomendaciones para el cultivo de camelina es un sembrado en parcelas no encharcables, limpias de malas hierbas y con fertilidad media-alta.