J. Y. / Ciudad Real
Cientos de fieles participaron en la procesión del Domingo de Ramos, en la que desfilaron decenas de palmas bendecidas.
Con este desfile comienza para los cristianos católicos la Semana Santa, en una primera jornada en la que se empieza a rememorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Precisamente, la Hermandad de Las Palmas de Ciudad Real conmemoró ayer la entrada de Jesús en Jerusalén con un cortejo ordenado para describir el relato evangélico en el que se reconoce a Jesús como hijo de Dios.
A esta muestra de alegría, encabezada por la cruz con la exclamación Hossana, se unieron las temperaturas completamente primaverales, que hicieron que muchos espectadores se reunieran en algún lugar del recorrido para contemplar la procesión.
El desfile comenzó al filo del mediodía, tras la bendición de palmas en la Catedral, con la imágenes del Niño de la Paz y el Misterio de la entrada de Jesús en Jerusalén.
En la primera parte del cortejo se vio a numerosos niños, ataviados con la túnica blanca y capa azul, y portando palmas, junto al Niño de la Paz sobre un manto de claveles blancos -con nueva túnica y respiraderos- portado por 16 hermanos por fuera y con música de la banda de cornetas y tambores del Chiquicentro (colegio Hermano Gárate).
En la segunda parte de la procesión desfilaba el paso del titular, este año con la imagen del hebreo restaurada, junto a los hermanos de la cofradía de Las Palmas y otros representantes de hermandades “semanasanteras” que desfilarán en los próximos días.
Como autoridad municipal desfiló el concejal de Deportes, César Manrique acompañado del sacerdote y del hermano mayor, Alfonso Montoro.
Previamente, en la misa se proclamó el triunfo de Cristo entre los habitantes de Jerusalén con la narración litúrgica de este pasaje del evangelio, previo a la Pasión y Muerte.