El médico epidemiólogo ciudarrealeño Juan Castell lamenta la “falta de transparencia” en la información sobre la evolución de la pandemia del coronavirus en España.
En un momento en el que cada día se registran nuevos rebrotes del virus en distintas comunidades, Castell echa en falta un seguimiento “más controlado a nivel nacional” sobre los datos de morbilidad, mortalidad y factores de riesgo de la Covid-19.
“El virus sigue circulando, aunque con menos fuerza, y está causando nuevos casos”, manifiesta el epidemiólogo, y por ello el Ministerio de Sanidad debería liderar, a su juicio, las acciones de respuesta y control a la infección.
“Es lamentable que se hayan pasado las competencias a las comunidades autónomas”, y que los seguimientos se hagan por territorios, incluso por poblaciones, “con decisiones de dirigentes no especialistas en salud pública”.
A su juicio, el sistema de vigilancia “no funciona” y no responde al esquema de “información para la acción”.
Como especialista, Castell sólo puede opinar “de lo que veo en los medios de comunicación”, ya que “el Ministerio de Sanidad ofrece datos cada quince días” y, por tanto, “no se ajustan a la realidad del momento”.
Para hacer una evaluación de pronóstico “tendríamos que saber el número de positivos, de asintomáticos, de hospitalizados y de personas que ingresan en las unidades de Cuidados Intensivos -UCIS- con fechas de inicio de síntomas recientes”, pues de lo contrario “no hay forma de contrastar”.
Castell rechaza las especulaciones y “ni siquiera los informes del Instituto de Salud Carlos III permiten conocer los datos reales”, por los que “me es imposible hacer un análisis epidemiológico preciso”.
En este sentido, hay decisiones políticas e impactos mediáticos que, en su opinión, “están creando un estado del miedo injustificado, con grandes consecuencias para sectores económicos como el turismo”.
Focos descontrolados
Respecto a una posible segunda ola de la pandemia, comenta que al parecer el aumento de casos ha llegado “por focos descontrolados originados por personas que vienen de núcleos muy activos”.
“En Europa está más controlada”, aunque desde el punto de vista epidemiológico dependerá “si se va a quedar el virus con la cepa prevalente o va a volver la que tuvimos”. Es un dilema que “solo la vigilancia epidemiología puede saber”.
A nivel mundial, la evolución es dispar dependiendo de cada país: EEUU tiene una incidencia alta, en América Sur “está muy extendida” y en África “hay pocos datos”.
Los pronósticos son también difíciles, apunta Castell, porque el patrón norte sur “se ha difuminado” en el entorno de un mundo globalizado “con grandes movimientos de población”.
En conjunto, “el aumento del número de casos, con asintomáticos o con cuadros leves y con escasa mortalidad, sería una excelente noticia que tendrían que explicar los responsables sanitarios y políticos para no asfixiar más la economía nacional”.
Castell reitera la necesidad de que el sistema de vigilancia epidemiológica funcione “como marca país”, frente a las decisiones territoriales para atajar la expansión del coronavirus que “crean confusión”.